jueves, 30 de diciembre de 2010
Selección de poemas y microcuentos
Mientras tanto una hoja del follaje
acrecienta el comienzo de la edad:
rama por rama se cruzará el ramaje,
hoja por hoja subirán los días
y fruto a fruto llegará la paz:
el árbol de la dicha se prepara
desde la encarnizada raíz que sobrevive
buscando el agua, la verdad, la vida.
Celebración
Pablo Neruda
Con esta selección de poemas y microcuentos, Proyecto Setra despide el año 2010 y da gracias a los colaboradores y lectores que nos han seguido todo este tiempo. ¡Abrazos de poesía para todos!
Omar Villasana
Mexico, reside en Estados Unidos
Vida Nueva
Enero se encontraba a la vuelta de la esquina. Nada de propósitos de Año Nuevo, ni uvas, ni brindis. Acostumbrado a mudarme cada 8 meses a causa del trabajo, desde hacía tiempo me hice a la idea de no echar raíces. Mis pertenencias las fui reduciendo al mínimo con el afán de aligerar mis pasos. Unicamente me rehusaba a deshacerme de mis libros (testigos de mejores tiempos y promesas incumplidas) los cuales estaban guardados en cajas en casa de mi hermano.
Pero yo sabía que algún día tocaría cargar con todo mi equipaje, mi hermano me dijo que ya no tenía espacio para guardar mis cosas. Llegue a su casa puntualmente, ya me había echo el favor de dejar mis cosas en la puerta.
Una por una abrí las cajas para inspeccionarlas, los libros que no habían sido víctimas de las polillas no lograron sobrevivir a la humedad ni al tiempo, en definitiva era momento de una vida nueva.
Elisabet Cincotta
Argentina
Brindo
Brindo porque brindo
por vos por él por nosotros
brindo por estar
por la ausencia
por tu mirada
y aquel gesto inconcluso
Brindo por la vida
que me permite
errar y cambiar
aprender y enseñar
por la poesía
Brindo por lo que puedo
y por poder lo que no
por el abrazo
Brindo por la paz y el amor
Lidia E. Caraballo
Cuba, reside en Estados Unidos
Navidad
Cesto de basura
despide
al árbol muerto.
•••
Navidad llega.
Para saldar sus cuentas
aún hay tiempo.
•••
Fin de año
Última noche
fuegos artificiales
avivan el cristal.
•••
Ante el primer sol
toda la vida nuestra
hecha promesa.
Del libro Ensō
Alejandra Ferrazza
Argentina, reside en Estados Unidos
Todos los niños del mundo decidieron para el día de Noche Buena dejar regalos a sus padres debajo del árbol de Navidad. Habían llegado a la conclusión de que a los adultos había que darles algo en que creer.
Lola Sanabria
España
Instrucciones para una buena navidad
Coja una bolsa de buena voluntad. Ábrale bien la boca. Eche unas semillas de ternura dentro. Unas gotas de alegría. Dos pellizcos de compasión. Unas hebras de paciencia. Tres hojas de empatía. Unos granos de generosidad. La raspadura de un perdón. Aderécelo todo con un puñado largo de amor. Agite la bolsa para una mezcla homogénea. Vierta el contenido en una gran olla y póngala a hervir. Cuando esté bien hecho todo, sírvalo en grandes cucharadas a sus invitados. Y de postre, los abrazos, empezando por usted.
Año nuevo
Aquel fin de año hizo falta muchas toneladas de nieve para sepultar los males del Planeta. Una alfombra mullida y crujiente donde jugaron al corro de la patata todos los niños, de todas las razas, de todas las religiones, de todas las culturas y de todos los estratos sociales.
Andrés Boiero
Argentina
Ya se ha escrito demasiado
sobre la navidad:
la gente
se amontona en los negocios
gasta
arma paquetes
y hace llamadas telefónicas
la navidad
en el Sur
es una especie de reptil
perezoso
hay otras
navidades:
el tipo que duerme en una celda
la mujer que agoniza
el amante que desaparece
esas navidades
no tienen regalos
¿para qué?
ahí es donde
el reptil
nos traiciona
y la mesa adquiere
el matiz
de un arma:
Andrés: ¿te acordás cuando me dijiste que ibas a estudiar medicina?
(risas)
Del libro Texas
Anna Akhmatova
Odessa, Ucrania (1889- 1966)
El último brindis
Bebo por la casa devastada,
por el dolor de mi vida,
por la soledad en pareja,
y también bebo, brindo, por ti.
Por el falso labio que me traicionó,
por el frío mortal en los ojos,
porque es el mundo adusto y brutal
y porque no nos ha salvado Dios.
Milos Alda
España
Pájaros de alumbre
El mundo no existe
como no existe este pájaro
o este verso
tal y como yo soy nada
sin los oídos que me escuchan
los ojos que me bañan o me inquieren
las manos
que en su golpe o en su caricia me hacen
los sueños
que me moldean y me diluyen…
Soy mundo
pájaro y verso…
soy nada
Nada soy
hasta que ser me haces…
Del libro Pájaros de alumbre
Nezahualcóyotl
Rey poeta chichimeca. Texcoco, México (1402-1472)
Un recuerdo que dejo
¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mí sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores.
Dejemos al menos cantos.
De Ediciones COMOARTES, Colección Gaviotas de Azogue / 2, Agosto de 2007.
acrecienta el comienzo de la edad:
rama por rama se cruzará el ramaje,
hoja por hoja subirán los días
y fruto a fruto llegará la paz:
el árbol de la dicha se prepara
desde la encarnizada raíz que sobrevive
buscando el agua, la verdad, la vida.
Celebración
Pablo Neruda
Con esta selección de poemas y microcuentos, Proyecto Setra despide el año 2010 y da gracias a los colaboradores y lectores que nos han seguido todo este tiempo. ¡Abrazos de poesía para todos!
Omar Villasana
Mexico, reside en Estados Unidos
Vida Nueva
Enero se encontraba a la vuelta de la esquina. Nada de propósitos de Año Nuevo, ni uvas, ni brindis. Acostumbrado a mudarme cada 8 meses a causa del trabajo, desde hacía tiempo me hice a la idea de no echar raíces. Mis pertenencias las fui reduciendo al mínimo con el afán de aligerar mis pasos. Unicamente me rehusaba a deshacerme de mis libros (testigos de mejores tiempos y promesas incumplidas) los cuales estaban guardados en cajas en casa de mi hermano.
Pero yo sabía que algún día tocaría cargar con todo mi equipaje, mi hermano me dijo que ya no tenía espacio para guardar mis cosas. Llegue a su casa puntualmente, ya me había echo el favor de dejar mis cosas en la puerta.
Una por una abrí las cajas para inspeccionarlas, los libros que no habían sido víctimas de las polillas no lograron sobrevivir a la humedad ni al tiempo, en definitiva era momento de una vida nueva.
Elisabet Cincotta
Argentina
Brindo
Brindo porque brindo
por vos por él por nosotros
brindo por estar
por la ausencia
por tu mirada
y aquel gesto inconcluso
Brindo por la vida
que me permite
errar y cambiar
aprender y enseñar
por la poesía
Brindo por lo que puedo
y por poder lo que no
por el abrazo
Brindo por la paz y el amor
Lidia E. Caraballo
Cuba, reside en Estados Unidos
Navidad
Cesto de basura
despide
al árbol muerto.
•••
Navidad llega.
Para saldar sus cuentas
aún hay tiempo.
•••
Fin de año
Última noche
fuegos artificiales
avivan el cristal.
•••
Ante el primer sol
toda la vida nuestra
hecha promesa.
Del libro Ensō
Alejandra Ferrazza
Argentina, reside en Estados Unidos
Todos los niños del mundo decidieron para el día de Noche Buena dejar regalos a sus padres debajo del árbol de Navidad. Habían llegado a la conclusión de que a los adultos había que darles algo en que creer.
Lola Sanabria
España
Instrucciones para una buena navidad
Coja una bolsa de buena voluntad. Ábrale bien la boca. Eche unas semillas de ternura dentro. Unas gotas de alegría. Dos pellizcos de compasión. Unas hebras de paciencia. Tres hojas de empatía. Unos granos de generosidad. La raspadura de un perdón. Aderécelo todo con un puñado largo de amor. Agite la bolsa para una mezcla homogénea. Vierta el contenido en una gran olla y póngala a hervir. Cuando esté bien hecho todo, sírvalo en grandes cucharadas a sus invitados. Y de postre, los abrazos, empezando por usted.
Año nuevo
Aquel fin de año hizo falta muchas toneladas de nieve para sepultar los males del Planeta. Una alfombra mullida y crujiente donde jugaron al corro de la patata todos los niños, de todas las razas, de todas las religiones, de todas las culturas y de todos los estratos sociales.
Andrés Boiero
Argentina
Ya se ha escrito demasiado
sobre la navidad:
la gente
se amontona en los negocios
gasta
arma paquetes
y hace llamadas telefónicas
la navidad
en el Sur
es una especie de reptil
perezoso
hay otras
navidades:
el tipo que duerme en una celda
la mujer que agoniza
el amante que desaparece
esas navidades
no tienen regalos
¿para qué?
ahí es donde
el reptil
nos traiciona
y la mesa adquiere
el matiz
de un arma:
Andrés: ¿te acordás cuando me dijiste que ibas a estudiar medicina?
(risas)
Del libro Texas
Anna Akhmatova
Odessa, Ucrania (1889- 1966)
El último brindis
Bebo por la casa devastada,
por el dolor de mi vida,
por la soledad en pareja,
y también bebo, brindo, por ti.
Por el falso labio que me traicionó,
por el frío mortal en los ojos,
porque es el mundo adusto y brutal
y porque no nos ha salvado Dios.
Milos Alda
España
Pájaros de alumbre
El mundo no existe
como no existe este pájaro
o este verso
tal y como yo soy nada
sin los oídos que me escuchan
los ojos que me bañan o me inquieren
las manos
que en su golpe o en su caricia me hacen
los sueños
que me moldean y me diluyen…
Soy mundo
pájaro y verso…
soy nada
Nada soy
hasta que ser me haces…
Del libro Pájaros de alumbre
Nezahualcóyotl
Rey poeta chichimeca. Texcoco, México (1402-1472)
Un recuerdo que dejo
¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mí sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores.
Dejemos al menos cantos.
De Ediciones COMOARTES, Colección Gaviotas de Azogue / 2, Agosto de 2007.
martes, 28 de diciembre de 2010
De sueños y ficciones
Por Alejandra Ferrazza
Tuve el encuentro con Jorge Luis en una confitería de esas que abundan en cualquier esquina de Buenos Aires.
Me acerqué tímidamente cuando lo reconocí. Estaba solo, sentado en esa posición que le era suya: las piernas cruzadas y las manos apoyadas sobre la curva del bastón.
Sentí que había notado mi presencia: Señor Borges…
Giró la cabeza y levantó el rostro, mientras sus ojos se perdían sin voluntad en un punto inexistente.
_¿Dígame…?
_Señor, siempre quise conocerlo… he leído sus libros, lo admiro profundamente.
_¿Perdone, siempre quiso conocer a Borges…o a mí?
_A usted, al maestro, o ¿acaso no son una misma persona?
_No lo sé – me dijo_ es un duelo que existe entre los dos.
_¿Espera a alguien?
_Puede ser, hace mucho que espero y ya no recuerdo qué. No sé dónde estoy y si me voy, tampoco sé a dónde dirigirme.
Preguntó:
_¿Qué hora es?
_Son las nueve.
Déjeme guiarlo… y lo tomé del brazo.
Juntos caminamos sin destino, mientras él me contaba de su niñez en el barrio de Palermo, de su institutriz británica Miss Tink y de los malos ratos en cuarto grado, cuando sus compañeros se burlaban de él por los lentes y el estilo de ropa que usaba.
Habló de sus veranos en Adrogué o en la casa de sus familiares uruguayos.
Le pregunté de Argentina, hacía mucho que yo faltaba del país.
“Creo que la República Argentina no puede ser explicada. Es tan misteriosa como el Universo”.
Seguimos caminando en silencio por un largo rato. Comenzó a llover.
Podemos refugiarnos en un lugar que yo conozco…-me dijo- y me dejé guiar por su ceguera.
Llegamos a una casa, dentro de ella y tomados de la mano, la recorrimos. Entramos en una habitación llena de espejos y nos vimos reflejados infinitamente, cada reflexión era una secuencia de nuestros movimientos: cada espejo representa el tiempo y nosotros somos una realidad dentro de otra en cada uno de ellos, pero así como el tiempo no existe, tampoco existen estas realidades y lo que vemos tal vez sea un sueño _dijo.
Increíblemente él me guiaba, atravesamos uno de los espejos y caímos por una escalera, con tanta levedad que no sentíamos los escalones, parecía que estábamos volando. Tocamos el piso con suavidad y al abrir los ojos vi todo lo que tenía que ver: el conjunto infinito, el espacio cósmico en sí mismo. El Universo desde todos sus puntos.
Con delicadeza puso su mano en mi hombro, esta acción me sacó del azoramiento para seguir el recorrido. Me guió por senderos bifurcados, bibliotecas infinitas, laberintos, espejos velados…hasta terminar en una calle de Buenos Aires, donde nos encontramos con un Borges joven que no reconocía al octogenario que se plantaba frente a él, desafiando toda ley.
Y allí los dejé uno frente al otro, como en un duelo, mientras yo me alejaba de esa ficción, una más dentro de las tantas ficciones de esta llamada “realidad”, tal vez el sueño de algún Dios.
Eran las nueve y un minuto.
Tuve el encuentro con Jorge Luis en una confitería de esas que abundan en cualquier esquina de Buenos Aires.
Me acerqué tímidamente cuando lo reconocí. Estaba solo, sentado en esa posición que le era suya: las piernas cruzadas y las manos apoyadas sobre la curva del bastón.
Sentí que había notado mi presencia: Señor Borges…
Giró la cabeza y levantó el rostro, mientras sus ojos se perdían sin voluntad en un punto inexistente.
_¿Dígame…?
_Señor, siempre quise conocerlo… he leído sus libros, lo admiro profundamente.
_¿Perdone, siempre quiso conocer a Borges…o a mí?
_A usted, al maestro, o ¿acaso no son una misma persona?
_No lo sé – me dijo_ es un duelo que existe entre los dos.
_¿Espera a alguien?
_Puede ser, hace mucho que espero y ya no recuerdo qué. No sé dónde estoy y si me voy, tampoco sé a dónde dirigirme.
Preguntó:
_¿Qué hora es?
_Son las nueve.
Déjeme guiarlo… y lo tomé del brazo.
Juntos caminamos sin destino, mientras él me contaba de su niñez en el barrio de Palermo, de su institutriz británica Miss Tink y de los malos ratos en cuarto grado, cuando sus compañeros se burlaban de él por los lentes y el estilo de ropa que usaba.
Habló de sus veranos en Adrogué o en la casa de sus familiares uruguayos.
Le pregunté de Argentina, hacía mucho que yo faltaba del país.
“Creo que la República Argentina no puede ser explicada. Es tan misteriosa como el Universo”.
Seguimos caminando en silencio por un largo rato. Comenzó a llover.
Podemos refugiarnos en un lugar que yo conozco…-me dijo- y me dejé guiar por su ceguera.
Llegamos a una casa, dentro de ella y tomados de la mano, la recorrimos. Entramos en una habitación llena de espejos y nos vimos reflejados infinitamente, cada reflexión era una secuencia de nuestros movimientos: cada espejo representa el tiempo y nosotros somos una realidad dentro de otra en cada uno de ellos, pero así como el tiempo no existe, tampoco existen estas realidades y lo que vemos tal vez sea un sueño _dijo.
Increíblemente él me guiaba, atravesamos uno de los espejos y caímos por una escalera, con tanta levedad que no sentíamos los escalones, parecía que estábamos volando. Tocamos el piso con suavidad y al abrir los ojos vi todo lo que tenía que ver: el conjunto infinito, el espacio cósmico en sí mismo. El Universo desde todos sus puntos.
Con delicadeza puso su mano en mi hombro, esta acción me sacó del azoramiento para seguir el recorrido. Me guió por senderos bifurcados, bibliotecas infinitas, laberintos, espejos velados…hasta terminar en una calle de Buenos Aires, donde nos encontramos con un Borges joven que no reconocía al octogenario que se plantaba frente a él, desafiando toda ley.
Y allí los dejé uno frente al otro, como en un duelo, mientras yo me alejaba de esa ficción, una más dentro de las tantas ficciones de esta llamada “realidad”, tal vez el sueño de algún Dios.
Eran las nueve y un minuto.
lunes, 20 de diciembre de 2010
EL DE LOS ZANCOS Y LA DE LOS MALABARES
Un hombre al que le gustaba andar en zancos se sintió atraído por una mujer a la que le gustaba hacer malabares.
A la mujer no le era indiferente el hombre de los zancos. El hombre le agradaba. Más que ningún otro hombre.
Pero cada vez que el hombre de los zancos intentaba acercarse a la mujer, la mujer estaba haciendo malabares. Y el hombre no se atrevía a interrumpirla en su juego de destrezas.
Cada vez que la mujer pensaba acercarse al hombre de los zancos, el hombre de los zancos le parecía más inaccesible, porque el hombre usaba zancos cada vez más altos. Y la mujer no se atrevía a interrumpirlo en su paseo por las nubes.
Como ninguno de los dos tomó una decisión, ocurrió que el hombre de los zancos terminó casándose con una mujer a la que no amaba intensamente, pero a la que pudo acercarse porque andaba por similares alturas puesto que era trapecista.
Y ocurrió que la mujer de los malabares terminó casándose con un hombre al que no amaba tanto, pero del que, como trabajaba de payaso en un circo fingiendo ser un enano, no se sentía tan distante.
El hombre de los zancos y la mujer trapecista, tuvieron un hijo, al que, de joven, le gustó hacer malabares.
La mujer malabarista y el hombre payaso tuvieron una hija, a la que, de joven, le gustó andar en zancos.
Los dos jóvenes, tan pronto se vieron, se enamoraron.
Como el padre había contado su historia de amor imposible al muchacho, y la madre había contado su historia de amor imposible a la muchacha, los jóvenes tomaron la decisión. Uno la de enseñar a la otra a caminar en zancos. Y la otra, la de enseñar a uno a hacer malabares.
El niño que tuvieron fue payaso.
Y la niña, trapecista.
Y estos niños, con esos padres y esos abuelos, fueron además equilibristas. Unos equilibristas capaces de combinar este arte sobre la cuerda con los zancos y con los malabares.
Aunque cuando crecieron, el joven payaso, equilibrista, caminador en zancos y malabarista tuvo como pareja a una escritora.
Y la joven trapecista, equilibrista, caminadora en zancos y malabarista tuvo como pareja a un mago.
Y con esos padres, esos abuelos y esos bisabuelos, los hijos que tuvieron fueron para muchos unos auténticos raros. Tenían numerosos oficios y los mezclaban hábilmente. Fueron juglares.
Publicado en la Colección “Gaviotas de azogue” / 120, Diciembre de 2010, Madrid, España, como saludo a los 35 Años de La Peña de Los Juglares.
viernes, 17 de diciembre de 2010
CUENTOS HIPERBREVES ESPAÑOLES DE HUMOR
Obra de M. C. Escher. House of stairs lithograph, 1951
FOBIA por Yolanda Portugal
Fobia a la oscuridad fue el diagnóstico para la sombra.
EGOÍSTA por Noemí Benito
–Mío, mío, mío, mío –dijo mientras abrazaba compulsivamente la nada.
¿SÓLO? por Fátima Martínez
Sólo estando a tu lado mi vida tiene sentido. Dijo. Pero el difunto no respondió.
De la colección “Gaviotas de azogue” / 122, Diciembre de 2010, Madrid, España.
Los cuentos son Premios Extraordinarios y Especiales del Concurso Internacional de Microficción “Garzón Céspedes” 2007.
Etiquetas:
concurso,
cuentos,
HIPERBREVES,
literatura
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Hicimos amores
En el frágil territorio de mis letras
se ovillan tus ojos de cisne
y el lento adiós.
Supimos los portones del suburbio,
lloramos tajos
y escozores,
ahora
reímos en fotos viejas.
Fuimos la rosa del mundo,
mi voz estaba cerca
y no desiertas
tus manos.
Jorge Tasín, teólogo y escritor, reside en Buenos Aires, Argentina. Trabaja como coordinador de Sueñitos, una guardería en Ciudad Oculta, uno de los barrios más pobres de la ciudad de Buenos Aires.
Escribir
La aciaga incongruencia de la vida nos convoca a escribir. Es ese deseo, esa necesidad de reparación. Lo injusto, lo absurdo, lo insondable e inasible del evento de vivir, nos arroja a la palabra como una mueca de tormento o de ilusión. La literatura, será, en tanto haya vida. La palabra y pese a todo, como inquietud e interrogante, persistirá en su gesto acaso vano pero imperioso. Antes que denuncia y vínculo, escribir es un signo de desgarro, de escozor, intolerancia: no tolerar el dolor, el cinismo; no tolerar la vida diseñada como finalidad endógena y desatenta del otro, los otros.
Escribir es decir del aleteo de un cisne, lamer tu piel de sándalo y canela, transitar esta ciudad de tango y de crepúsculos, sentarnos a un vino, y es decir que, aun muchos nenitos padecen el hambre y la miseria y la injusticia mientras muchos y muchos canallas especulan y roban y tranzan y mienten.
Escribir es manchar las verdades que no son. Escribir es desarmar los artificios de la hipocresía. Es aun ilusionarse, es apedrear las ruedas de los carromatos de la muerte, atreverse a decir: la bondad embellece.
La vida misma es un texto que ni aun en la muerte concluye, pues nunca, nunca, habrá una última palabra.
lunes, 29 de noviembre de 2010
La tienda de Respuestas
Por Lilian Córdova
Después de un par de años de haberlo planificado, mi mejor amigo: Pedro y yo –aún jóvenes y hartos de trabajar para los demás - por fin empezamos nuestro propio negocio, una Tienda de Respuestas. Pedro era economista y yo había obtenido una amplia gama de conocimientos como empleada en tiendas, gracias a mi periplo migratorio por los países de economías fructíferas en los años anteriores.
Decidimos alquilar un local en un shopping mall y abrimos nuestra tienda de respuestas. Al principio era un espacio pequeño, pero la gente compraba tantas respuestas que pudimos, en cuestión de un año, rentar un lugar mucho más amplio.
La idea de la tienda surgió porque desde pequeño, Pedro solía fabricar respuestas y venderlas a sus amiguitos del colegio, ya después en la universidad, fabricaba respuestas y las intercambiaba por besos con las chicas lindas, en fin tenía experiencia y conocimiento sobre el producto, lo que representaba un elemento fundamental al momento de iniciar un negocio de este tipo.
Al principio teníamos unos cinco proveedores, las respuestas que comprábamos en China, resultaban muy económicas y no requerían de mayor elaboración, tenían que ver con preguntas como, ¿quién inventó la seda? ¿Cuál es el diámetro de la tierra? ¿Cómo se preparan moros con cristianos? ¿Qué son moros con cristianos? ¿Cómo se fabrica una mesa?
Pero también teníamos unos excelentes proveedores latinoamericanos, entre ellos Brasil, Venezuela y Colombia, cuyas respuestas se vendían muy bien y daban contestaciones a cosas como: ¿Cómo se baila salsa? ¿Cómo se seduce a una mujer? ¿Cómo conquistar a un hombre? ¿Cómo tener 50 años y parecer de 35? ¿Cómo mantener tres niños, un matrimonio, pagar las cuentas de la casa sin perder el sentido del humor? ¿Cómo hacer reír a los demás? ¿Cómo hacer enojar a los demás en cinco minutos? Teníamos también proveedores de Estados Unidos y Europa.
En nuestra tiendita teníamos productos de todas las tallas, eso ayudó en nuestro crecimiento, casi nadie se iba con las manos vacías. Una tarde un chico llegó y empezó a mirar los estantes, me acerqué y le pregunté:
- Te puedo ayudar en algo_
Pero él aún reacio a mi ayuda, me respondió: -sólo estoy mirando, gracias- yo continué organizando los estantes y a los minutos el joven se acercó y me dijo:
- Tendrás algo como para saber qué hacer si no quiero a mi esposa, pero tengo que estar con ella porque no me quiero separar de mis dos hijos.
- Mmm, Bueno por ahora tengo tres respuestas, porque no me ha llegado la nueva mercancía, ya te las muestro.
Saqué tres paquetes:
- Éste es el más económico, simplemente te quedas con tu familia, duermes en un cuarto diferente al de tu esposa y no se dirigen la palabra por el resto de sus vidas, pero tendrás a tus hijos cerca. Este otro, simplemente te separas de ella y no vuelves a ver ni a tus hijos ni a ella; y por último este de aquí que es el más costoso, pero es bueno: te conviertes en su amigo, tienen una separación sana, que no sea traumática para los niños y te mudas al edificio de al lado.
El chico miró el último con agrado pero al ver la etiqueta, pensó en voz alta:
- Pero este me va a costar mucho… titubeó y dijo: mejor dame el primero.
OK, lo lleve a la caja, lo facturé y se lo entregué en las hermosas bolsitas que habíamos mandado hacer para nuestro negocio:
- Qué tengas un gran día-
Me dio las gracias y se fue sonriendo.
Pedro y yo teníamos mucho trabajo, los fines de semana se llenaba la tienda, vendíamos muchas respuestas, había una gran variedad, respuestas pragmáticas, sencillas, románticas, existencialistas, funcionales, triviales e incluso al transcurrir unos cinco años logramos comprar al mayor respuestas mucho más costosas de fuentes secretas, de organismos de investigación importantes enquistados en lo más recóndito del planeta, así que llegamos a tener productos que valían miles de dólares y que los vendíamos a entes gubernamentales, grupos guerrilleros, organismos internacionales, cuerpos terroristas, entre otros sectores poderosos del acontecer mundial.
¿Dónde estaba Osama Bin Laden? ¿Cómo se fabricaba un telescopio superior al ELT? ¿Mejores precios para viajar a Marte?, Tres nuevos evangelios, ¿qué ocurrió con la civilización maya?, Manuales de fabricación de armas nucleares, entre otras muchas respuestas.
Estábamos en la flor de nuestra prosperidad empresarial, pero de pronto la situación empezó a desmejorar, durante enero, febrero y marzo, los meses en que se solían vender más respuestas, por tratarse del inicio de un año nuevo, bajaron considerablemente las ventas, cuando mi amigo y yo revisamos los libros contables rompimos a llorar en la oficina, secándonos las lágrimas con nuestros pañuelos de tejido de fibra lunar, que habíamos comprado en 20 mil dólares cada uno.
Durante una semana Pedro no apareció por la oficina, el lunes apareció temprano en la puerta con un informe, que había estado escribiendo sobre las causas de nuestro descenso y me explicó:
- Básicamente se debe a dos motivos: la competencia y el público. Una empresa estadounidense que se dedicaba a proveernos respuestas al mayor a diversificado su mercado y ahora tiene distribuidores detallados y a precios muy bajos, es un producto bien comercial pero a la gente le gusta, tiene respuestas sobre: ¿quién es más bonita ella o yo?, ¿Cómo ser tan bonita como ella?, ¿qué puedo hacer para ganar más dinero? ¿Cómo puedo ser más hermoso?, claves para ser popular, y cosas así, al principio no nos afectaba pero ahora sí, además según estas cifras que tengo aquí, el 80% de nuestros clientes ya no quiere más respuestas, se sienten seguros con lo que ya saben y no tienen muchas dudas.
Yo que me encontraba sensible por esos días, lo miré, solté unos grandes lagrimones y con la cara bien contorsionada, le pregunté:
- Y ahora ¿qué vamos a hacer?
Él colocó su maletín sobre la mesa y sacó una respuesta empaquetada y con una cara de satisfacción, me dijo:
- mira lo que fabriqué…
Ahí estaba la respuesta: Crear una tienda de Preguntas.
Y así empezamos una empresa mucho más fructífera y con un producto más exclusivo, contratamos a un grupo de diseñadores de preguntas de lo más exquisito a nivel mundial, teníamos un importante staff de filósofos, físicos, diseñadores de modas.
Al principio, no fue fácil, porque la primera colección de preguntas a veces chocaba con ciertos patrones culturales convencionales, pero estaban diseñadas de una manera contundente, que poco a poco la gente fue saboreando y empezó a consumir. Nuestro slogan para la primera campaña era algo así como: “Una pregunta es fácil de hacer, pero ¿qué hay de una buena pregunta?”.
En este sentido teníamos preguntas para todas las áreas: ¿Para ahorrarme los problemas del matrimonio y los hijos, sería mejor que mi hermana y yo tuviéramos un bebé por inseminación artificial? ¿Qué pasaría si invito a un desconocido a acostarse conmigo y después le lanzo un fajo de billetes? ¿Qué se siente besar a alguien del mismo sexo? ¿Cómo sería decir toda la verdad por un día entero? ¿Cómo sería un día en el que nadie salga de sus casas y todos los humanos ingieran un LSD? ¿Qué pasaría si se aparece Jesucristo? ¿Qué pasaría si aparecen los extraterrestres? ¿Qué pasaría si aparecen todos juntos?
Luego surgieron otras firmas que competían con nosotros, pero ya habíamos logrado constituir una gran empresa apoderándonos de ambas ramas: Preguntas y Respuestas.
Que ¿cuál es el final de esta historia? eso podríamos venderlo en una de nuestras tiendas exclusivas dentro de la nueva colección de respuestas de verano, pero una cosa es la riqueza y otra la tacañería, así que no les negaré estas últimas líneas: Pedro y yo amasamos una gran fortuna para nosotros y nuestras futuras generaciones y no volvimos a los duros trabajos de nuestra juventud, gracias a la curiosidad humana y su vehemente necesidad de preguntas respondidas y respuestas preguntadas.
Después de un par de años de haberlo planificado, mi mejor amigo: Pedro y yo –aún jóvenes y hartos de trabajar para los demás - por fin empezamos nuestro propio negocio, una Tienda de Respuestas. Pedro era economista y yo había obtenido una amplia gama de conocimientos como empleada en tiendas, gracias a mi periplo migratorio por los países de economías fructíferas en los años anteriores.
Decidimos alquilar un local en un shopping mall y abrimos nuestra tienda de respuestas. Al principio era un espacio pequeño, pero la gente compraba tantas respuestas que pudimos, en cuestión de un año, rentar un lugar mucho más amplio.
La idea de la tienda surgió porque desde pequeño, Pedro solía fabricar respuestas y venderlas a sus amiguitos del colegio, ya después en la universidad, fabricaba respuestas y las intercambiaba por besos con las chicas lindas, en fin tenía experiencia y conocimiento sobre el producto, lo que representaba un elemento fundamental al momento de iniciar un negocio de este tipo.
Al principio teníamos unos cinco proveedores, las respuestas que comprábamos en China, resultaban muy económicas y no requerían de mayor elaboración, tenían que ver con preguntas como, ¿quién inventó la seda? ¿Cuál es el diámetro de la tierra? ¿Cómo se preparan moros con cristianos? ¿Qué son moros con cristianos? ¿Cómo se fabrica una mesa?
Pero también teníamos unos excelentes proveedores latinoamericanos, entre ellos Brasil, Venezuela y Colombia, cuyas respuestas se vendían muy bien y daban contestaciones a cosas como: ¿Cómo se baila salsa? ¿Cómo se seduce a una mujer? ¿Cómo conquistar a un hombre? ¿Cómo tener 50 años y parecer de 35? ¿Cómo mantener tres niños, un matrimonio, pagar las cuentas de la casa sin perder el sentido del humor? ¿Cómo hacer reír a los demás? ¿Cómo hacer enojar a los demás en cinco minutos? Teníamos también proveedores de Estados Unidos y Europa.
En nuestra tiendita teníamos productos de todas las tallas, eso ayudó en nuestro crecimiento, casi nadie se iba con las manos vacías. Una tarde un chico llegó y empezó a mirar los estantes, me acerqué y le pregunté:
- Te puedo ayudar en algo_
Pero él aún reacio a mi ayuda, me respondió: -sólo estoy mirando, gracias- yo continué organizando los estantes y a los minutos el joven se acercó y me dijo:
- Tendrás algo como para saber qué hacer si no quiero a mi esposa, pero tengo que estar con ella porque no me quiero separar de mis dos hijos.
- Mmm, Bueno por ahora tengo tres respuestas, porque no me ha llegado la nueva mercancía, ya te las muestro.
Saqué tres paquetes:
- Éste es el más económico, simplemente te quedas con tu familia, duermes en un cuarto diferente al de tu esposa y no se dirigen la palabra por el resto de sus vidas, pero tendrás a tus hijos cerca. Este otro, simplemente te separas de ella y no vuelves a ver ni a tus hijos ni a ella; y por último este de aquí que es el más costoso, pero es bueno: te conviertes en su amigo, tienen una separación sana, que no sea traumática para los niños y te mudas al edificio de al lado.
El chico miró el último con agrado pero al ver la etiqueta, pensó en voz alta:
- Pero este me va a costar mucho… titubeó y dijo: mejor dame el primero.
OK, lo lleve a la caja, lo facturé y se lo entregué en las hermosas bolsitas que habíamos mandado hacer para nuestro negocio:
- Qué tengas un gran día-
Me dio las gracias y se fue sonriendo.
Pedro y yo teníamos mucho trabajo, los fines de semana se llenaba la tienda, vendíamos muchas respuestas, había una gran variedad, respuestas pragmáticas, sencillas, románticas, existencialistas, funcionales, triviales e incluso al transcurrir unos cinco años logramos comprar al mayor respuestas mucho más costosas de fuentes secretas, de organismos de investigación importantes enquistados en lo más recóndito del planeta, así que llegamos a tener productos que valían miles de dólares y que los vendíamos a entes gubernamentales, grupos guerrilleros, organismos internacionales, cuerpos terroristas, entre otros sectores poderosos del acontecer mundial.
¿Dónde estaba Osama Bin Laden? ¿Cómo se fabricaba un telescopio superior al ELT? ¿Mejores precios para viajar a Marte?, Tres nuevos evangelios, ¿qué ocurrió con la civilización maya?, Manuales de fabricación de armas nucleares, entre otras muchas respuestas.
Estábamos en la flor de nuestra prosperidad empresarial, pero de pronto la situación empezó a desmejorar, durante enero, febrero y marzo, los meses en que se solían vender más respuestas, por tratarse del inicio de un año nuevo, bajaron considerablemente las ventas, cuando mi amigo y yo revisamos los libros contables rompimos a llorar en la oficina, secándonos las lágrimas con nuestros pañuelos de tejido de fibra lunar, que habíamos comprado en 20 mil dólares cada uno.
Durante una semana Pedro no apareció por la oficina, el lunes apareció temprano en la puerta con un informe, que había estado escribiendo sobre las causas de nuestro descenso y me explicó:
- Básicamente se debe a dos motivos: la competencia y el público. Una empresa estadounidense que se dedicaba a proveernos respuestas al mayor a diversificado su mercado y ahora tiene distribuidores detallados y a precios muy bajos, es un producto bien comercial pero a la gente le gusta, tiene respuestas sobre: ¿quién es más bonita ella o yo?, ¿Cómo ser tan bonita como ella?, ¿qué puedo hacer para ganar más dinero? ¿Cómo puedo ser más hermoso?, claves para ser popular, y cosas así, al principio no nos afectaba pero ahora sí, además según estas cifras que tengo aquí, el 80% de nuestros clientes ya no quiere más respuestas, se sienten seguros con lo que ya saben y no tienen muchas dudas.
Yo que me encontraba sensible por esos días, lo miré, solté unos grandes lagrimones y con la cara bien contorsionada, le pregunté:
- Y ahora ¿qué vamos a hacer?
Él colocó su maletín sobre la mesa y sacó una respuesta empaquetada y con una cara de satisfacción, me dijo:
- mira lo que fabriqué…
Ahí estaba la respuesta: Crear una tienda de Preguntas.
Y así empezamos una empresa mucho más fructífera y con un producto más exclusivo, contratamos a un grupo de diseñadores de preguntas de lo más exquisito a nivel mundial, teníamos un importante staff de filósofos, físicos, diseñadores de modas.
Al principio, no fue fácil, porque la primera colección de preguntas a veces chocaba con ciertos patrones culturales convencionales, pero estaban diseñadas de una manera contundente, que poco a poco la gente fue saboreando y empezó a consumir. Nuestro slogan para la primera campaña era algo así como: “Una pregunta es fácil de hacer, pero ¿qué hay de una buena pregunta?”.
En este sentido teníamos preguntas para todas las áreas: ¿Para ahorrarme los problemas del matrimonio y los hijos, sería mejor que mi hermana y yo tuviéramos un bebé por inseminación artificial? ¿Qué pasaría si invito a un desconocido a acostarse conmigo y después le lanzo un fajo de billetes? ¿Qué se siente besar a alguien del mismo sexo? ¿Cómo sería decir toda la verdad por un día entero? ¿Cómo sería un día en el que nadie salga de sus casas y todos los humanos ingieran un LSD? ¿Qué pasaría si se aparece Jesucristo? ¿Qué pasaría si aparecen los extraterrestres? ¿Qué pasaría si aparecen todos juntos?
Luego surgieron otras firmas que competían con nosotros, pero ya habíamos logrado constituir una gran empresa apoderándonos de ambas ramas: Preguntas y Respuestas.
Que ¿cuál es el final de esta historia? eso podríamos venderlo en una de nuestras tiendas exclusivas dentro de la nueva colección de respuestas de verano, pero una cosa es la riqueza y otra la tacañería, así que no les negaré estas últimas líneas: Pedro y yo amasamos una gran fortuna para nosotros y nuestras futuras generaciones y no volvimos a los duros trabajos de nuestra juventud, gracias a la curiosidad humana y su vehemente necesidad de preguntas respondidas y respuestas preguntadas.
viernes, 26 de noviembre de 2010
Azcalxochitzin
Por Omar Villasana
Sostén con firmeza las flores
que depositaron en tus manos Yoyontzin.
No permitas que sus pétalos
escapen víctimas de aciagos vientos.
¿ Acompañó In Tloque in Nahuaque
en batalla al fiel Cuacuauhtzin ?
¿ Fuiste embriagado por Tezcatlipoca
cuando depositaste tu mirada en mi, Azcalxochitzin ?
Observa este nuestro hijo,
pequeño tochtli, Tetzauhpiltzintli.
¿ Acompañó In Tloque in Nahuaque
en la sentencia del niño prodigioso?
Sostén con firmeza las flores
que depositaron en tus manos Acolmiztli.
Quetzalcoatl solitario expío sus culpas.
¿ Cuántas flores
deben arrojarse en batalla
para pagar nuestra penitencia ?
Anciano ya, elevas tus ruegos
a In Tloque in Nahuaque.
Se cierne sobre la noche
un aroma a flores quemadas,
Nezahualcoyotl.
No será nuestro destino
convertirnos en quetzal, tzentzontle
o estrella del alba.
Miami 11 de septiembre de 2008
Sostén con firmeza las flores
que depositaron en tus manos Yoyontzin.
No permitas que sus pétalos
escapen víctimas de aciagos vientos.
¿ Acompañó In Tloque in Nahuaque
en batalla al fiel Cuacuauhtzin ?
¿ Fuiste embriagado por Tezcatlipoca
cuando depositaste tu mirada en mi, Azcalxochitzin ?
Observa este nuestro hijo,
pequeño tochtli, Tetzauhpiltzintli.
¿ Acompañó In Tloque in Nahuaque
en la sentencia del niño prodigioso?
Sostén con firmeza las flores
que depositaron en tus manos Acolmiztli.
Quetzalcoatl solitario expío sus culpas.
¿ Cuántas flores
deben arrojarse en batalla
para pagar nuestra penitencia ?
Anciano ya, elevas tus ruegos
a In Tloque in Nahuaque.
Se cierne sobre la noche
un aroma a flores quemadas,
Nezahualcoyotl.
No será nuestro destino
convertirnos en quetzal, tzentzontle
o estrella del alba.
Miami 11 de septiembre de 2008
martes, 23 de noviembre de 2010
Wanderlust
By Danilo López
“The journey, not the destination, becomes the source of wonder”
Lorena McKennit, “The Mask and Mirror”
At the Hotel du Lys, 23 Rue Serpente, Paris, France, it wasn’t her nipple what froze in the garden, but the inconstancy that served them well. The rest, adorned with festoons and clairvoyant silk roses was a monument to passing loves, boring laughs. No cats could be mastered, no clogs to ride. Only her expectant smile, eternally asking “how much longer?”
At the Hotel Endri, Rs. Vaso Pasha 27, Tirana, Albania she realized that in the beginning the heart rules over the head. She didn’t care much about not seeing him but once in a while. She didn’t care about him not answering her calls. So many endless nights she cried until dawn waiting for the phone to ring, in vain. Right before sunrise she would then slowly rise, shower, get pretty for him, drop off Brian at school, and head off to the office. At lunch they would have long conversations. After work, when he was able to, he would stop by her house. She would try to penetrate the heart and mind of that quiet man, so loved, so lonely, in vain. She, tired of being closed, would open to him as naturally as water and salt. He, tired of being open, would close to her as naturally as dust and air.
At the Hotel Carpati, Str Matei Millo 16, Bucharest, Romania, she discovered that in the legend of Dracul, the reincarnation of the love of his wife kills him in order to reach eternal salvation. It was not the destiny of the two souls to sail together and be saved in pairs. Each soul had to reach its own salvation alone. From this stand point, she concluded, soul mates don’t exist in eternity (souls are timeless) but in brief chosen associations formed in the temporal plane. So, in the end, she would sail into infinity by herself. She learned that in eternity the concepts of loneliness and separation don’t apply to a soul freed from a body: her soul was interconnected to all others, and all others were connected to the Cosmic Mind.
On the way back from Sevastopol to Odessa, she crossed the Black Sea. Standing at the veranda on starboard, looking into the dark blue waters and the misty coastline in the horizon, she slowly opened her purse, pulled out a packet of Virginia Slims, took one with expert fingers, and lighted it with her left hand. She inhaled deeply as if trying to trap in her lungs the countless memories that came to supplant reality, the mosaic of happy moments gone so many years ago.
But it was at Kadriog Park in Tallin’s Old Town, Estonia, where she convinced herself –in mind and heart- that having him incompletely was more painful than not having him at all. She decided to peel off one by one the conquest poems read in bed, the postcards received from unknown places, the memories flooding her mind, the punctual flowers on each of her birthdays, the infinite nights embracing nothingness, the painful unreturned messages, the absent phone calls, the mad lovemaking, the Orvietto Classic drank by the terrace, the warm baths together, the odious unstoppable tears, the flaring disco dances, the Mother’s Day unwrapped gifts, the unrealized Christmases. Until she stopped needing him.
The box burned for several minutes. The flames, red like the awnings in Riga’s Central Market and yellow like the dying sun in Vilnius, Lithuania, illuminated the back patio with large dancing shadows. The smoke became thick like the walls of old castles in Dubrovnik, Croatia, and then the ashes, gray like the skies of Oslo in mid-winter, were swept by clear rains and gentle winds.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Callejuela
Por Gloria MiládelaRoca
Bajo la sombra de su hora
Se divisa un abrazo líquido
anestesiada por el deseo
su espalda hambrienta
se recuesta
Se escurre la codicia
manos herejes
piel de faena
cuerpo en celo
Noche de alianza
de labios vencidos
intimidan el silencio
alimentan una tempestad
El laberinto de carnes
deja árida la razón
Revientan aguas
se esparce el tiempo
La consciencia muda
deshabitada
recorre las paredes grises de la noche
Bajo la sombra de su hora
Se divisa un abrazo líquido
anestesiada por el deseo
su espalda hambrienta
se recuesta
Se escurre la codicia
manos herejes
piel de faena
cuerpo en celo
Noche de alianza
de labios vencidos
intimidan el silencio
alimentan una tempestad
El laberinto de carnes
deja árida la razón
Revientan aguas
se esparce el tiempo
La consciencia muda
deshabitada
recorre las paredes grises de la noche
jueves, 4 de noviembre de 2010
Constructions. Ángel Vapor.
Por Amílcar Barca
En una ciudad como Miami donde los edificios se encuentran entre los matices de la claridad y los colores pastel, nada puede ser tan provocador que mostrar la luz industrial y nórdica del bronce. En una línea cercana al realismo soviético de los años treinta, Ángel Vapor se sumerge en un mundo particular y cerrado a la hora de narrar la idea de la cual se enamora. Llenas de compromiso interno, silenciosas, hermosamente brutas y salpicadas a veces por motas blancas de arena, sus piezas parecen recién salidas del frío del metal. La fusión, el relleno y el vertido del bronce marchan al unísono. Y entonces, como salidos del taller en aquel instante, aparecen unos bustos clásicos. Torsos que imitan a cualquier personaje histórico y que nos recuerdan que, aún hoy, existen ciudadanos que necesitan de la intemporalidad para saber que han desfilado por esta vida. La imagen decimonónica del Dr. Gaspar, mostrando la impavidez y la sabiduría en su mirada es un ejemplo. “Si no pusiera mi obra comercial en la exposición, estaría engañando al público… y tanto construyo en esa línea, como a la hora de hacer un homenaje a mis herramientas de trabajo o a un soldado desconocido”, una composición geométrica parecida a la de los carteles de la era deco.
En medio de la sala, una sombra alargada y perpendicular -las pinzas para derramar el bronce en un molde- se utiliza para distinguir la parte gemela de metal que le falta (Herramienta para fundir). Un memorial sin duda al escultor español de las vanguardias, Julio González. Acto de poder es una obra influida por la herencia de su abuelo, uno do los titiriteros más importantes de su época en la ciudad de la Habana. En esta pieza se contrapone el estoicismo oriental, representado por un sujeto arrodillado y en posición sedente, con la mecánica de un brazo truncado que apunta a su pecho, proponiendo romper así, la estabilidad del ahora. Herramienta para trazar, muestra un cepillo de pulir nudos deslizándose por una tabla lisa de madera de teca. Como una invocación al recogimiento y a la austeridad. Este utensilio parece que salga de un banco de trabajo de un convento . La sobriedad y la eliminación de lo superfluo a la hora de diseñar sus obras son características vitales de su labor como escultor. Página de acero y Constructor son, para finalizar, aquellas piezas esenciales que recogen los símbolos de un trabajo serio, duro y sólo iluminado por la pátina fría del bronce, esta aleación que funde clasicismo con interioridad y silencios.
domingo, 17 de octubre de 2010
Mi amor crece
Por Mariana Vacs
Mi amor crece
como un muerto abandonado,
como los cementerios,
crece
en los jardines de invierno,
desvergonzado,
crece
cansado
sudando sombras
como globo hinchado,
crece,
estalla
en escaleras pálidas,
como luna besando mares
explota
en las paredes,
me ahoga,
me condena,
en el incendio último del fuego.
Mi amor crece
como un muerto abandonado,
como los cementerios,
crece
en los jardines de invierno,
desvergonzado,
crece
cansado
sudando sombras
como globo hinchado,
crece,
estalla
en escaleras pálidas,
como luna besando mares
explota
en las paredes,
me ahoga,
me condena,
en el incendio último del fuego.
sábado, 16 de octubre de 2010
DIOS Y HAWKING
Por Camilo Valverde-Mudarra y Carrillo
El científico británico Stephen Hawking afirma en un nuevo libro que todo indica que el Universo es una realidad autocontenida en la que nada exterior pudo influir nunca, ni siquiera para elegir sus leyes. Dios no habría tenido ni la oportunidad de hacerle andar; la física moderna no deja lugar a la existencia de un Dios Creador del Universo. Como el darwinismo eliminó la necesidad de un creador en el campo de la biología, así, el astrofísico afirma, que las nuevas teorías científicas hacen redundante el papel de un creador del Universo; es probable que existan no sólo otros planetas, sino también otros universos, es decir un multiuniverso. El mismo Big Bang, la gran explosión en el origen del mundo -añade-, fue consecuencia inevitable de las leyes de la física.
Con lo cual, Hawking se desdice hoy de aquellas ideas expresadas en su obra ‘Una Breve Historia del Tiempo’, en la que sugería que no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios Creador y la comprensión científica del universo; y rechaza la hipótesis de Isaac Newton, que expresa: “El Universo no puede haber surgido del caos gracias sólo a las leyes de la naturaleza, sino que tuvo que haber intervenido Dios en su creación”. (www.elmundo.es). Hawking piensa que habrá que buscarle otra explicación, porque Dios no sólo no aporta nada para entender el Universo, sino que parece que el mismo Universo le impide encajar en él. Quizá la respuesta esté en el Multiuniverso, la infinita espuma de los universos haciendo, ciegamente, que exista todo lo que es posible que exista.
Así pues, si el Universo es “una realidad autocontenida” y “redundante el papel de un creador”, quiere decir que el Universo o Multiuniverso es la divinidad, porque Dios es “el que es”: Yahvé, en hebreo, el Ser Supremo, que origina toda la Creación, incluido su desarrollo evolutivo, con un sólo acto de su voluntad, con un “fiat” = hágase. Ahora bien, no se sabe qué es eso de “la espuma infimita que obra ciegamente”, pues la misma estructura tan regulada del universo y todas las equilibradas leyes que rigen los astros y los seres vivos niegan la idea de esa “espuma que obra ciega”, esa ceguera no es admisible racionalmente.
La ciencia no se contrapone a la religión y viceversa; la ciencia no puede ir, directamente, ni a favor, ni en contra de la existencia de Dios. Sin embargo, es necesario ¬no confundir la ciencia con los científi¬cos, que cuando opinan, fuera de su parcela, pueden dejarse llevar por sus prejuicios e intereses personales. Si no se puede dar una explicación racional de la existencia de Dios, tampoco se puede demostrar su inexistencia; y es que la inexistencia, sin más, no se puede probar. Hay científicos que no creen en Dios, bien, por desconocer las razones y argumentos principales que ofrece la religión sobre las cuestiones reales que ellos defienden; o bien, por causas o hechos perso¬nales que les impiden la fe y los separa de Dios. Es manifiesto que no hay nin¬guna verdad científica que se oponga a la existencia de Dios, en caso de que existieran motivos cien¬tíficos de ello, no habría ningún hombre de ciencia creyente; y, ciertamente, son muchos los grandes científicos que tienen fe, que creen en Dios.
Albert Einstein, autor de la Teoría de la Relatividad , dijo que la religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión iría coja. Von Braun, el cerebro director de la NASA , que propulsó al primer hombre a la luna, era creyente y así, decía, que cuanto más conocemos la naturaleza, más razones nuevas encontramos para asom¬brarnos de la creación divina. Heisenberger, premio Nóbel de Físi¬ca y un científico de los más grandes del siglo XX, habla de Dios como autor del cos¬mos.
Aristóteles, paradigma central de la cultura mediterránea, considera que Dios es el “Primer Motor Inmóvil”, en su obra central, Metafísica XII. Desde San Anselmo en la Edad Media hasta el s. XVIII, la razón ha creído ser capaz de demostrar la existencia de Dios. Para Spinoza y sus seguidores (entre ellos, Einstein) el vocablo «Dios», en sentido filosófico, viene a significar, aproximadamente, la sustancia o principio esencial de la Naturaleza ; “sustancia, noúmeno, o esencia”, le llama Kant. Santo Tomás de Aquino propuso el argumento puramente racional de las cinco vías para descubrir la existencia de Dios como causa primera de todo lo creado y ordenador del Universo. Es el mismo sentido que apunta el Apóstol en Rom 1,20: Lo invisible de Dios se hace comprensible y visible por lo creado.
Frente a la Escolástica , Kant, a quien siguen los agnósticos, dice que Dios es el Ser más allá de lo físico que mantiene la unión de lo real con lo ideal; para Kant, la única demostración apriorística aceptada desde el punto de vista de la lógica es que no se puede negar la posibilidad de la existencia de Dios; el fundamento de la posibilidad puede ser Dios como Ser Único, Inmutable, Eterno y Espiritual.
Hasta ahora, no se ha encontrado ningún científico de renombre que defienda un Universo auto-creado. El físico, George Davis, escribió: “Ninguna cosa material puede crearse a sí misma” y añadía: “El Universo es la creación, no el creador, el Universo es un efecto y requiere una causa adecuada que le anteceda. Nada sin-causa existe; la idea de que las leyes del Universo hayan sido provistas “por accidente” sería tan descartable como ridícula” (1958, p. 71). Por su parte, R. C. Sproul en “Not A Chance” (No Una Casualidad), observó: “La filosofía tradicional abogaba por la existencia de Dios sobre el fundamento de la ley de la causalidad. El argumento cosmológico propugnó la presencia de un creador del cosmos, que no puede ser fruto de la casualidad. Él demandaba una razón suficiente para un mundo real” (1994, p. 169, énfasis en original). El ateo Richard Dawkins admitió a disgusto: “Cuánto más improbable es estadísticamente una cosa, menos podemos creer que sólo pase por casualidad ciega. Superficialmente, la alternativa obvia para la casualidad es un Diseñador Inteligente; la improbabilidad estadística de que el Universo “exista por casualidad” es asombrosa.” (1982, 94:130, énfasis añadido).
Así pues, creyente o ateo, el buen científico conoce los límites de su ciencia y que sus opiniones sobre las cosas espiritua¬les tienen el mimo valor que las de los demás mortales; en realidad, el pensamiento de Hawking comporta el viejo error de intentar reducirlo todo a la veracidad de la materia. Pero, hay otras muchas realidades humanas que no son materia¬les: una sensación, una afección, un deseo, un recuerdo, la amistad, el odio... y son tan reales y tangibles como el día o la noche, aunque no se puedan examinar en un laboratorio; no se puede calibrar el peso o el color de un pensamiento, de una volición, o una duda; el mé¬todo científico: el medir y cuantificarlo todo, no llega a abarcar toda la realidad, ni sirve para captar otras certidumbres, como la emoción de un poema, la sonrisa de un niño, el calor de una mirada, la sensación de rechazo o de estima. La ciencia no tiene poder ni lo tendrá jamás para argumentar y explicarlo todo.
La religión, siquiera como guía y freno de la conducta, es precisa; Dios es necesario en la vida del hombre. Así decía Sé¬neca: “Bonus vir sine Deo nemo est”, no hay hombre bueno sin la fe en Dios. Tener fe es un don gratuito; estar en la proximidad de Dios requiere contar con ciertas capacidades: emotividad, afección, sencillez, afinidad; hay que acercarse, asemejarse y sentirse un poco de su ser. Decía el gran poeta latino, Virgilio, que ha de “hacerse deiforme y bello, el que quiera ver el rostro de Dios y la be¬lleza".
La fe, sin fanatismo, no perjudica, no molesta a nadie; y, en definitiva, puede
traer la salvación; así lo dice Jesucristo: “En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene la Vida Eterna ” (Jn 6,47).
NOTA BIBLIOGRÁFICA:
Aristóteles: Metafísica XII, su obra central
Asimov, Isaac (1975), Guide to Science (London; Pelican Books).
Bill Durbin, Christianity Today, August 6.
Davis, George (1958), “Scientific Revelations Point to a God,” The Evidence of God in an Expanding Universe, ed. John C. Monsma (New York: G.P. Putnam’s Sons).
Dawkins, Richard (1982), “The Necessity of Darwinism,” New Scientist, 94:130-132, April 15.
Geisler, Norman L. (1976), Christian Apologetics (Grand Rapids, MI:Baker).
Hawking, Stephen W. (1988), A Brief History of Time (New York: Bantam).
Kant libro “Crítica de la razón práctica” publicado en 1788
Morris, Henry M. (1974), Scientific Creationism (San Diego, CA: Creation-Life Publishers).
Sproul, R.C. (1994), Not A Chance (Grand Rapids, MI: Baker).
Weissmahr, B., Teología natural, Barcelona 1986.
Welte, S. Filosofía de la religión, Barcelona 1982.
El científico británico Stephen Hawking afirma en un nuevo libro que todo indica que el Universo es una realidad autocontenida en la que nada exterior pudo influir nunca, ni siquiera para elegir sus leyes. Dios no habría tenido ni la oportunidad de hacerle andar; la física moderna no deja lugar a la existencia de un Dios Creador del Universo. Como el darwinismo eliminó la necesidad de un creador en el campo de la biología, así, el astrofísico afirma, que las nuevas teorías científicas hacen redundante el papel de un creador del Universo; es probable que existan no sólo otros planetas, sino también otros universos, es decir un multiuniverso. El mismo Big Bang, la gran explosión en el origen del mundo -añade-, fue consecuencia inevitable de las leyes de la física.
Con lo cual, Hawking se desdice hoy de aquellas ideas expresadas en su obra ‘Una Breve Historia del Tiempo’, en la que sugería que no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios Creador y la comprensión científica del universo; y rechaza la hipótesis de Isaac Newton, que expresa: “El Universo no puede haber surgido del caos gracias sólo a las leyes de la naturaleza, sino que tuvo que haber intervenido Dios en su creación”. (www.elmundo.es). Hawking piensa que habrá que buscarle otra explicación, porque Dios no sólo no aporta nada para entender el Universo, sino que parece que el mismo Universo le impide encajar en él. Quizá la respuesta esté en el Multiuniverso, la infinita espuma de los universos haciendo, ciegamente, que exista todo lo que es posible que exista.
Así pues, si el Universo es “una realidad autocontenida” y “redundante el papel de un creador”, quiere decir que el Universo o Multiuniverso es la divinidad, porque Dios es “el que es”: Yahvé, en hebreo, el Ser Supremo, que origina toda la Creación, incluido su desarrollo evolutivo, con un sólo acto de su voluntad, con un “fiat” = hágase. Ahora bien, no se sabe qué es eso de “la espuma infimita que obra ciegamente”, pues la misma estructura tan regulada del universo y todas las equilibradas leyes que rigen los astros y los seres vivos niegan la idea de esa “espuma que obra ciega”, esa ceguera no es admisible racionalmente.
La ciencia no se contrapone a la religión y viceversa; la ciencia no puede ir, directamente, ni a favor, ni en contra de la existencia de Dios. Sin embargo, es necesario ¬no confundir la ciencia con los científi¬cos, que cuando opinan, fuera de su parcela, pueden dejarse llevar por sus prejuicios e intereses personales. Si no se puede dar una explicación racional de la existencia de Dios, tampoco se puede demostrar su inexistencia; y es que la inexistencia, sin más, no se puede probar. Hay científicos que no creen en Dios, bien, por desconocer las razones y argumentos principales que ofrece la religión sobre las cuestiones reales que ellos defienden; o bien, por causas o hechos perso¬nales que les impiden la fe y los separa de Dios. Es manifiesto que no hay nin¬guna verdad científica que se oponga a la existencia de Dios, en caso de que existieran motivos cien¬tíficos de ello, no habría ningún hombre de ciencia creyente; y, ciertamente, son muchos los grandes científicos que tienen fe, que creen en Dios.
Albert Einstein, autor de la Teoría de la Relatividad , dijo que la religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión iría coja. Von Braun, el cerebro director de la NASA , que propulsó al primer hombre a la luna, era creyente y así, decía, que cuanto más conocemos la naturaleza, más razones nuevas encontramos para asom¬brarnos de la creación divina. Heisenberger, premio Nóbel de Físi¬ca y un científico de los más grandes del siglo XX, habla de Dios como autor del cos¬mos.
Aristóteles, paradigma central de la cultura mediterránea, considera que Dios es el “Primer Motor Inmóvil”, en su obra central, Metafísica XII. Desde San Anselmo en la Edad Media hasta el s. XVIII, la razón ha creído ser capaz de demostrar la existencia de Dios. Para Spinoza y sus seguidores (entre ellos, Einstein) el vocablo «Dios», en sentido filosófico, viene a significar, aproximadamente, la sustancia o principio esencial de la Naturaleza ; “sustancia, noúmeno, o esencia”, le llama Kant. Santo Tomás de Aquino propuso el argumento puramente racional de las cinco vías para descubrir la existencia de Dios como causa primera de todo lo creado y ordenador del Universo. Es el mismo sentido que apunta el Apóstol en Rom 1,20: Lo invisible de Dios se hace comprensible y visible por lo creado.
Frente a la Escolástica , Kant, a quien siguen los agnósticos, dice que Dios es el Ser más allá de lo físico que mantiene la unión de lo real con lo ideal; para Kant, la única demostración apriorística aceptada desde el punto de vista de la lógica es que no se puede negar la posibilidad de la existencia de Dios; el fundamento de la posibilidad puede ser Dios como Ser Único, Inmutable, Eterno y Espiritual.
Hasta ahora, no se ha encontrado ningún científico de renombre que defienda un Universo auto-creado. El físico, George Davis, escribió: “Ninguna cosa material puede crearse a sí misma” y añadía: “El Universo es la creación, no el creador, el Universo es un efecto y requiere una causa adecuada que le anteceda. Nada sin-causa existe; la idea de que las leyes del Universo hayan sido provistas “por accidente” sería tan descartable como ridícula” (1958, p. 71). Por su parte, R. C. Sproul en “Not A Chance” (No Una Casualidad), observó: “La filosofía tradicional abogaba por la existencia de Dios sobre el fundamento de la ley de la causalidad. El argumento cosmológico propugnó la presencia de un creador del cosmos, que no puede ser fruto de la casualidad. Él demandaba una razón suficiente para un mundo real” (1994, p. 169, énfasis en original). El ateo Richard Dawkins admitió a disgusto: “Cuánto más improbable es estadísticamente una cosa, menos podemos creer que sólo pase por casualidad ciega. Superficialmente, la alternativa obvia para la casualidad es un Diseñador Inteligente; la improbabilidad estadística de que el Universo “exista por casualidad” es asombrosa.” (1982, 94:130, énfasis añadido).
Así pues, creyente o ateo, el buen científico conoce los límites de su ciencia y que sus opiniones sobre las cosas espiritua¬les tienen el mimo valor que las de los demás mortales; en realidad, el pensamiento de Hawking comporta el viejo error de intentar reducirlo todo a la veracidad de la materia. Pero, hay otras muchas realidades humanas que no son materia¬les: una sensación, una afección, un deseo, un recuerdo, la amistad, el odio... y son tan reales y tangibles como el día o la noche, aunque no se puedan examinar en un laboratorio; no se puede calibrar el peso o el color de un pensamiento, de una volición, o una duda; el mé¬todo científico: el medir y cuantificarlo todo, no llega a abarcar toda la realidad, ni sirve para captar otras certidumbres, como la emoción de un poema, la sonrisa de un niño, el calor de una mirada, la sensación de rechazo o de estima. La ciencia no tiene poder ni lo tendrá jamás para argumentar y explicarlo todo.
La religión, siquiera como guía y freno de la conducta, es precisa; Dios es necesario en la vida del hombre. Así decía Sé¬neca: “Bonus vir sine Deo nemo est”, no hay hombre bueno sin la fe en Dios. Tener fe es un don gratuito; estar en la proximidad de Dios requiere contar con ciertas capacidades: emotividad, afección, sencillez, afinidad; hay que acercarse, asemejarse y sentirse un poco de su ser. Decía el gran poeta latino, Virgilio, que ha de “hacerse deiforme y bello, el que quiera ver el rostro de Dios y la be¬lleza".
La fe, sin fanatismo, no perjudica, no molesta a nadie; y, en definitiva, puede
traer la salvación; así lo dice Jesucristo: “En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene la Vida Eterna ” (Jn 6,47).
NOTA BIBLIOGRÁFICA:
Aristóteles: Metafísica XII, su obra central
Asimov, Isaac (1975), Guide to Science (London; Pelican Books).
Bill Durbin, Christianity Today, August 6.
Davis, George (1958), “Scientific Revelations Point to a God,” The Evidence of God in an Expanding Universe, ed. John C. Monsma (New York: G.P. Putnam’s Sons).
Dawkins, Richard (1982), “The Necessity of Darwinism,” New Scientist, 94:130-132, April 15.
Geisler, Norman L. (1976), Christian Apologetics (Grand Rapids, MI:Baker).
Hawking, Stephen W. (1988), A Brief History of Time (New York: Bantam).
Kant libro “Crítica de la razón práctica” publicado en 1788
Morris, Henry M. (1974), Scientific Creationism (San Diego, CA: Creation-Life Publishers).
Sproul, R.C. (1994), Not A Chance (Grand Rapids, MI: Baker).
Weissmahr, B., Teología natural, Barcelona 1986.
Welte, S. Filosofía de la religión, Barcelona 1982.
Ciudad capital
domingo, 3 de octubre de 2010
El gorila
Por Omar Villasana
Era el mes de mayo y el calor se volvía insoportable en la ciudad. Los jóvenes que se habían lanzado a las calles buscaban con afán dónde vaciar tanto calor contenido que ni los helados, las frutas ni las aguas frescas habían sido capaces de mitigar.
Deambulando sin rumbo se encontraron con lo que les parecía la entrada a un zoológico ¿o quizás un circo ambulante?
Su asombro no les permitía pasar de la primera jaula.
En ella habitaba un gorila de grotesca apariencia.
La bestia tenía la mirada perdida en el horizonte como en espera de que algún caos fuese desatado. Con parsimonia pero una gran tensión se movía de un lado al otro.
- ¡Mira, si sólo le falta hablar para parecer humano! gritó uno de los muchachos esperando una reacción del primate.
El Gorila se detuvo un momento para después continuar con sus pasos que no le llevaban a ninguna parte.
- ¡Yo creo que lo que tiene es hambre!
- ¡Para mí que tiene calor!
- ¡Tal vez sed!
Gritaron algunos al tiempo que le arrojaban sus helados, refrescos y frutas.
El gorila paró en seco, devolvió una furiosa mirada que dejó mudos a todos y con temor.
Contuvo su enojo con gran esfuerzo.
Todavía no era el momento de acuerdo a las órdenes que le habían sido giradas.
Atónitos, los jóvenes observaban como el Gorila se quitaba el casco, ponía a un lado el fusil mientras marcaba desde un teléfono público.
- Hola mi amor, ¿cómo están los niños? Yo también los extraño, no sé cuánto tiempo más durará el acuartelamiento, les mando muchos besos....
Era el mes de mayo y el calor se volvía insoportable en la ciudad. Los jóvenes que se habían lanzado a las calles buscaban con afán dónde vaciar tanto calor contenido que ni los helados, las frutas ni las aguas frescas habían sido capaces de mitigar.
Deambulando sin rumbo se encontraron con lo que les parecía la entrada a un zoológico ¿o quizás un circo ambulante?
Su asombro no les permitía pasar de la primera jaula.
En ella habitaba un gorila de grotesca apariencia.
La bestia tenía la mirada perdida en el horizonte como en espera de que algún caos fuese desatado. Con parsimonia pero una gran tensión se movía de un lado al otro.
- ¡Mira, si sólo le falta hablar para parecer humano! gritó uno de los muchachos esperando una reacción del primate.
El Gorila se detuvo un momento para después continuar con sus pasos que no le llevaban a ninguna parte.
- ¡Yo creo que lo que tiene es hambre!
- ¡Para mí que tiene calor!
- ¡Tal vez sed!
Gritaron algunos al tiempo que le arrojaban sus helados, refrescos y frutas.
El gorila paró en seco, devolvió una furiosa mirada que dejó mudos a todos y con temor.
Contuvo su enojo con gran esfuerzo.
Todavía no era el momento de acuerdo a las órdenes que le habían sido giradas.
Atónitos, los jóvenes observaban como el Gorila se quitaba el casco, ponía a un lado el fusil mientras marcaba desde un teléfono público.
- Hola mi amor, ¿cómo están los niños? Yo también los extraño, no sé cuánto tiempo más durará el acuartelamiento, les mando muchos besos....
viernes, 20 de agosto de 2010
La función que descifra el árbol
Por Jóse Armando García
Nos estamos acercando al momento en que una función matemática decodificará el crecimiento de un árbol. El momento se ha esperado con ansias de humana grandiosidad. Ahora bien, si el crecimiento de un árbol obedece a la proporción de unas variables limitadas, ¿de quién es la razón que diseñó tal función?
Las matemáticas tienen por Otro a Dios. Más aún, no me sorprendería toparme con la conclusión de que las matemáticas no tienen otro objetivo más que descifrar el plan que a falta de epítetos llamamos divino. Mientras las matemáticas más encuentra funciones que explican lo que antes parecía azaroso, aleatorio o incluso caótico, más se abre la pregunta por el Otro que estableció tales códigos.
No es sorprendente que uno de los primeros grandes modelos matemáticos fue la cábala, que asignaba números a letras en una escritura sagrada a la que se le suponía un plan.
La teoría de las bifurcaciones, por ejemplo, está constituída por una serie de funciones que escenifican un sin número de ramificaciones que simularía un orden o desorden –si se quiere- natural. Partir y repartir la muy lineal geometría euclidiana ha abierto campo para superponer la cuadrícula al manglar. Ahora este obedecería a proporciones periódicas que contienen potenciales y ramificables dinámicas de crecimiento –potencias y raíces, irónico nombre para un plan estratégico de providencia. El continuum de ramas mayores a cero y exponenciales en su diacronía y sincronía ha hecho que nuestras redes de neuronas simulen gestos divinos. Pero al final, sólo ha sido un gesto, y simulado.
La pretensión ilustrada de desplazar a Dios de la ecuación se ha encontrado con una dialéctica siniestra. Ahora los matemáticos han quedado para esclavos del plan divino. Y mientras más decodifican, más se profundiza la pregunta por la razón original.
Los "Actos de providencias" planteados como azarosos en los manuales de emergencias y compañías de seguros son hoy un cálculo resoluble sólo en la aproximación de su vilo.
La data que se maneja es protuberante y sólo ecuaciones diferenciales la conectan. Los modelos se elastizan y los pliegues devienen los mantos de La Pietà. La obra se pone en moción, porque el tiempo es distancia recorrida en un plano de infinitas variables, y entonces surge... pero surge con ello la inquisición de los astros. Aquello que interroga en nosotros las partículas sueltas y el intersticio que entre ellas hay en el universo todo. Devenir hacia un origen de eterno incógnito. Devenir hasta antes que fuéramos humanidad.
domingo, 8 de agosto de 2010
Ojo de Pez. Susana Della Latta. Relatos bajo el mar de una mirada.
Por Amílcar Barca
“No quiero escribir de ti. Por eso no escribo. Hace días, semanas que no escribo”. Así empieza Ojo de pez, uno de los treinta y siete relatos que contiene y que da nombre al libro, observando desde una perspectiva de ciento ochenta grados el recuerdo ácido y resentido de una mujer hacia un hombre que… “como una enfermedad se sitúa en su cráneo…y va a las naúseas de una taza de café ” en su búsqueda. Proveniente del campo del arte donde aún ejerce como creadora visual en Miami, Susana Della Latta, (Buenos Aires, 1955) es de estas mujeres que aún tintan sus manos con el color y la suciedad unidas, en una misma escritura llena de sorpresas, dolor, cotidianeidad, pánico blanco, picaresca y alguna carcajada interminable.
Empecé a leer el libro por sus páginas finales una mañana soleada camino al aeropuerto de Barcelona, y me encontré con Buenas noches, un alegórico microrrelato que bajo la metáfora de la caja de Pandora, refiere el sujeto poético al de Edipo con la madre. Una manera inteligente de finalizar un libro al hacernos recordar que somos, en el fondo, lo que el lenguaje materno nos lega.
Los matices obscenos se alternan con diálogos aparentemente de colegio de niñas en Sesión, un humilde cuento erótico con la perversión más polimorfa e infantil que diría el difunto Sigmund, que con el esquema llano de “pregúntame que te contesto”, crea una seriación de sumo interés libidinal sobre el efecto de la mirada en el cuerpo del otro.
En una historia de estructura clásica con un comienzo parecido al de los chistes que dicen “ había una vez un ruso, un chino y un argentino…” , Susana gira la dirección y acaba la historia en Sarasota con un tal Mr. Davies, fornicando con la misma intención que lo hiciera el título al cual se refiere: Rutinas. La ridiculización típica final de estas historias, se rompe al omitir al “gallego”, argentino o cubano de turno, por la delicia del triunfo real de un acostumbrado perdedor y a menudo motivo de mofa por su carácter infantil en las pequeñas historias de burla: un americano.
Pero hay un cuento que es francamente malo. Malo el título Concierto porque en vez de notas hay ruido. Y malo su planteamiento: una historia que no va a ninguna parte; un diálogo de sordos; una duración excesivamente extensa, a pesar de sus quince líneas…
( ..señor Amílcar Barca, haga el favor de comportarse, no es adecuado ni oportuno lo que ud. está haciendo. No olvide que estamos en Miami. A nadie le gusta que le pongan la daga al final del comentario… you should be politically correct). Como dije al principio del párrafo, y a pesar que la conciencia me hable a las cuatro de la mañana -hora que escribo este final- Concierto es “deliberadamente” malo. Y ésta es la gracia de esta historia: la voluntad de hacerlo así y mostrarlo así. Una manera de evocar a conciencia lo absurdo y lo nimio de lo real. Una perorata entre dos que, confirmo, es común entre ciertos humanos. Y que además, me sirve para cerrar esta reseña crítica con las últimas líneas del texto … “por eso tienes que decir algo. Podría no decir, decir que no diré nada. Dilo. Nada”
Mucho es poco para recomendar el libro y felicitar a la editorial Silueta y a su autora por su elección y puesta en escena el junio pasado en la pequeña Habana. Ojo de pez les permitirá atisbar tanto el fondo como los acantilados de una mujer que se sumerge en el inconsciente colectivo a través de una variabilidad de temas y con diferentes arquitecturas a la hora de construir su discurso. El ojo de este animal acuático ve a derecha e izquierda de nuestra conciencia...seguro que en este momento nos estará observando. No sea que nos pongamos viejos y nos pase como al personaje del primer cuento que inaugura el libro Noticia y en nuestra huida a ninguna parte, un día, en nuestro buzón
“ Cuidadosamente envueltos en papel de color rosa se encontraran mis dientes . Es todo”.
Amílcar Barca
Miami, 4 de agosto 2010
“No quiero escribir de ti. Por eso no escribo. Hace días, semanas que no escribo”. Así empieza Ojo de pez, uno de los treinta y siete relatos que contiene y que da nombre al libro, observando desde una perspectiva de ciento ochenta grados el recuerdo ácido y resentido de una mujer hacia un hombre que… “como una enfermedad se sitúa en su cráneo…y va a las naúseas de una taza de café ” en su búsqueda. Proveniente del campo del arte donde aún ejerce como creadora visual en Miami, Susana Della Latta, (Buenos Aires, 1955) es de estas mujeres que aún tintan sus manos con el color y la suciedad unidas, en una misma escritura llena de sorpresas, dolor, cotidianeidad, pánico blanco, picaresca y alguna carcajada interminable.
Empecé a leer el libro por sus páginas finales una mañana soleada camino al aeropuerto de Barcelona, y me encontré con Buenas noches, un alegórico microrrelato que bajo la metáfora de la caja de Pandora, refiere el sujeto poético al de Edipo con la madre. Una manera inteligente de finalizar un libro al hacernos recordar que somos, en el fondo, lo que el lenguaje materno nos lega.
Los matices obscenos se alternan con diálogos aparentemente de colegio de niñas en Sesión, un humilde cuento erótico con la perversión más polimorfa e infantil que diría el difunto Sigmund, que con el esquema llano de “pregúntame que te contesto”, crea una seriación de sumo interés libidinal sobre el efecto de la mirada en el cuerpo del otro.
En una historia de estructura clásica con un comienzo parecido al de los chistes que dicen “ había una vez un ruso, un chino y un argentino…” , Susana gira la dirección y acaba la historia en Sarasota con un tal Mr. Davies, fornicando con la misma intención que lo hiciera el título al cual se refiere: Rutinas. La ridiculización típica final de estas historias, se rompe al omitir al “gallego”, argentino o cubano de turno, por la delicia del triunfo real de un acostumbrado perdedor y a menudo motivo de mofa por su carácter infantil en las pequeñas historias de burla: un americano.
Pero hay un cuento que es francamente malo. Malo el título Concierto porque en vez de notas hay ruido. Y malo su planteamiento: una historia que no va a ninguna parte; un diálogo de sordos; una duración excesivamente extensa, a pesar de sus quince líneas…
( ..señor Amílcar Barca, haga el favor de comportarse, no es adecuado ni oportuno lo que ud. está haciendo. No olvide que estamos en Miami. A nadie le gusta que le pongan la daga al final del comentario… you should be politically correct). Como dije al principio del párrafo, y a pesar que la conciencia me hable a las cuatro de la mañana -hora que escribo este final- Concierto es “deliberadamente” malo. Y ésta es la gracia de esta historia: la voluntad de hacerlo así y mostrarlo así. Una manera de evocar a conciencia lo absurdo y lo nimio de lo real. Una perorata entre dos que, confirmo, es común entre ciertos humanos. Y que además, me sirve para cerrar esta reseña crítica con las últimas líneas del texto … “por eso tienes que decir algo. Podría no decir, decir que no diré nada. Dilo. Nada”
Mucho es poco para recomendar el libro y felicitar a la editorial Silueta y a su autora por su elección y puesta en escena el junio pasado en la pequeña Habana. Ojo de pez les permitirá atisbar tanto el fondo como los acantilados de una mujer que se sumerge en el inconsciente colectivo a través de una variabilidad de temas y con diferentes arquitecturas a la hora de construir su discurso. El ojo de este animal acuático ve a derecha e izquierda de nuestra conciencia...seguro que en este momento nos estará observando. No sea que nos pongamos viejos y nos pase como al personaje del primer cuento que inaugura el libro Noticia y en nuestra huida a ninguna parte, un día, en nuestro buzón
“ Cuidadosamente envueltos en papel de color rosa se encontraran mis dientes . Es todo”.
Amílcar Barca
Miami, 4 de agosto 2010
viernes, 30 de julio de 2010
Elemento
martes, 20 de julio de 2010
JAMÁS
Por Beatriz Cocina (Uruguay)
Ese ómnibus la llevaría lejos: al país de nunca jamás.
Jamás volvería a verlo, a besar su rostro, a entregarle su amor.
Sus sueños de Cenicienta se habían desvanecido. Lloró sin consuelo todo el viaje.
Cuando el chofer gritó ¡destino!, ella se estremeció. ¿Qué destino?, se preguntó en silencio.
Bajó como un autómata. Con los ojos nublados y el cuerpo entregado caminó unos pocos
pasos.
De pronto un encendido abrazo la contuvo. Él besó sus lágrimas y también lloró cuando le dijo:
–Jamás te volveré a dejar…nunca.
Sí, era verdad, había llegado al país de nunca jamás.
PUBLICADO EN LA COLECCIÓN LOS CUADERNOS DE LAS GAVIOTAS
POR CÁTEDRA IIBEROAMERIICANA IITIINERANTE DE NARRACIIÓN ORAL ESCÉNIICA
lunes, 12 de julio de 2010
Revista Nagari número # 1
Nagari es una revista impresa que en estos momentos está preparando su número # 1 dedicado al tema de la ciudad en toda su extensión: a la ciudad jardín, la ciudad de los barrios, la de las aceras repletas o las vacías de los bulevares, a la inmigración del sur, a los bares nocturnos, a la mediterránea, a la de los países del este, al cementerio olvidado, al malecón o el paseo marítimo, a las favelas o ranchos de las colinas, la arquitectura monumental, el museo folclórico, el film noir del día a día, el agua del río que la cruza o la de la fuente que la aboca, a la ornamentación floral, el área metropolitana, a los ilegales, a los sin-casa, el mercado popular, el graffiti, el diseño objetual, a la ciudad americana, la polis griega, las cashbas del norte africano, a los guetos indígenas, las ciudades libres del desierto, la ciudad tropical, la colonial, la fortificada, la ciudad abierta, a la poesía urbana, al rincón particular en cada espacio, al arte al aire libre de las plazas, a las comunidades humanas que pueblan sus áreas…y cualquier tema que se pueda justificar relacionado con ello o que abra nuevas perspectivas a la hora de abordar este hábitat que la mayoría de lo humanos compartimos juntos en lo que hoy llamamos: la ciudad global.
Vamos a aceptar propuestas de trabajo relacionadas con la poesía, la ficción, el ensayo, el híbrido literario, la entrevista, la reseña, el género epistolar, la fotografía, el vídeo, el cine, el teatro, la danza, el diseño en todas sus facetas, la moda, la arquitectura, la música, y por supuesto todas las artes plásticas
Condiciones:
* Artes plásticas y visuales:
Deben ser enviadas en formato de imagen .jpg con buena definición, tamaño máximo
500 x 500 pixeles. y con acceso a la página web del autor para acceder a información
* Trabajos literarios
Van a enviarse en Word, Times New Roman, 12 pts a doble espacio.
Poesia: poemas de no mas de 30 versos de extensión ( 3 como máximo)
Ficción. cuentos o relatos máximo tres páginas
Ensayo: máximo 5 páginas
Reseñas y cartas máximo 2 páginas
Currículum:
Todos los participantes tendrán que enviar una biografía entre mínimo 400 y máximo 500 palabras con una foto.
Importante:
-La elección de los contenidos está sujeta al consejo editorial
-La fecha límite para la presentación de las colaboraciones es hasta el 15 de agosto de 2010
Eduard Reboll
Editor de contenidos
Por favor enviar los trabajos a estos dos correos electrónicos: alejandraferrazza@nagarimagazine.com
eduardreboll@nagarimagazine.com
Si necesitan más información: alejandraferrazza@nagarimagazine.com
miércoles, 16 de junio de 2010
Rabia
Por Osvaldo Figueroa
Porque corrió tu mano a hacer lo sucio...
Acto cobarde del espíritu.
Robar es un acto miserable
que sólo la necesidad perdona.
¿Justificas tu acción?
¿Acaso no sabías lo que hacías?
Un daño ignorado por completo.
Mataste el lado bueno
y desataste el oscuro,
tal vez el más arraigado en tí.
Condenaste a tu vida con el karma
de ser víctima algún día.
Cobarde, te adueñaste de lo ajeno,
te ensuciaste las manos
con tu pobreza de espíritu.
¿A dónde irás con lo mío?
Si al menos lo leyeras…
¿Podrías apreciarlo?
Jamás lo harás,
si lo hicieras…
devolverías esas noches
que no te pertenecen.
Mi sacrificado deleite
en tus miserables manos…
Ya no importa,
esta rabia que me ahoga
se disipa para no cohabitar contigo.
Lo que te llevaste
lo guardo en mi mente,
lo escribiré otra vez
y será un deleite repetido.
Te pensaré en instantes
y quizás te agradezca
por fortalecer mi espíritu.
Esta rabia cede…
y seguiré escribiendo cada noche
para no decirte las cosas
que hieren mi garganta.
Porque corrió tu mano a hacer lo sucio...
Acto cobarde del espíritu.
Robar es un acto miserable
que sólo la necesidad perdona.
¿Justificas tu acción?
¿Acaso no sabías lo que hacías?
Un daño ignorado por completo.
Mataste el lado bueno
y desataste el oscuro,
tal vez el más arraigado en tí.
Condenaste a tu vida con el karma
de ser víctima algún día.
Cobarde, te adueñaste de lo ajeno,
te ensuciaste las manos
con tu pobreza de espíritu.
¿A dónde irás con lo mío?
Si al menos lo leyeras…
¿Podrías apreciarlo?
Jamás lo harás,
si lo hicieras…
devolverías esas noches
que no te pertenecen.
Mi sacrificado deleite
en tus miserables manos…
Ya no importa,
esta rabia que me ahoga
se disipa para no cohabitar contigo.
Lo que te llevaste
lo guardo en mi mente,
lo escribiré otra vez
y será un deleite repetido.
Te pensaré en instantes
y quizás te agradezca
por fortalecer mi espíritu.
Esta rabia cede…
y seguiré escribiendo cada noche
para no decirte las cosas
que hieren mi garganta.
jueves, 3 de junio de 2010
La Prisión
Por Omar Villasana
Jean Claude se sentó por un momento para recuperar la compostura.
No estaba acostumbrado al hostigamiento continuo del que ahora era víctima. Apenas habían transcurrido tres días desde que puso el primer pie en La Penitenciaría Nacional y ya era el blanco de las burlas de los internos.
Los hombres vagaban sin rumbo fijo dentro de la prisión, pero con la confianza de que por lo menos dentro de ella eran más dueños de los escasos tres metros cuadrados de prisión que les correspondía que de cualquier endeble cuartucho que pudieran habitar fuera de esos muros.
El sol golpeaba implacable dibujando las siluetas de los prisioneros, Jean Claude se secaba el sudor de la frente con un pañuelo que no tardo en cambiar de dueño.
- Vaya, pero que tela tan fina. - dijo Henri, un prisionero de 1.85 m y 95 kg de sólida musculatura.
- Servirá muy bien para limpiarme el trasero, aunque sólo sea una vez.
Jean Claude se le quedó mirando fijamente con rabia contenida.
- ¿Tal vez quieras ayudarme con la tarea? - repuso Henri, retándolo.
Jean Claude no tuvo más remedio que bajar la cabeza.
Su primera experiencia dentro de la prisión fue con otro interno que le pidió dinero. De mala gana ofreció un par de billetes y al notarlo el reo, en agradecimiento, le devolvió un par de golpes al estomago y un puntapié en el rostro cuya cicatriz todavía se perfilaba en el rostro de Jean Claude.
Nadie acudió a su auxilio en aquella ocasión, por eso guardo su enojo.
Nadie levantaría un dedo por él, ni siquiera los guardias.
Los guardias se mostraban más inquietos que Jean Claude.
Muchos de ellos eran ex militares que consiguieron ese trabajo una vez que la milicia fue desmantelada con la llegada de los cascos azules.
Nerviosos caminaban de un lado a otro sosteniendo levemente sus armas.
Algunos de ellos llevaban trabajando más tiempo en la prisión que el tiempo que algunos internos tenían purgando condena.
- Por lo menos sabemos donde se encuentran los criminales - bromeaban entre ellos.
Con mucho cuidado Jean Claude leyó la hora en su reloj.
Las cinco menos cuatro.
Lentamente se acercó a la salida, un guardia le abrió la reja, sin preguntas, sin protocolo.
- Y pensar que todavía me falta más de una semana para terminar las reparaciones de la instalación eléctrica - pensó para sus adentros.
- Merde - murmuró, mientras su figura se perdía en la incertidumbre de las calles de Port au Prince.
Jean Claude se sentó por un momento para recuperar la compostura.
No estaba acostumbrado al hostigamiento continuo del que ahora era víctima. Apenas habían transcurrido tres días desde que puso el primer pie en La Penitenciaría Nacional y ya era el blanco de las burlas de los internos.
Los hombres vagaban sin rumbo fijo dentro de la prisión, pero con la confianza de que por lo menos dentro de ella eran más dueños de los escasos tres metros cuadrados de prisión que les correspondía que de cualquier endeble cuartucho que pudieran habitar fuera de esos muros.
El sol golpeaba implacable dibujando las siluetas de los prisioneros, Jean Claude se secaba el sudor de la frente con un pañuelo que no tardo en cambiar de dueño.
- Vaya, pero que tela tan fina. - dijo Henri, un prisionero de 1.85 m y 95 kg de sólida musculatura.
- Servirá muy bien para limpiarme el trasero, aunque sólo sea una vez.
Jean Claude se le quedó mirando fijamente con rabia contenida.
- ¿Tal vez quieras ayudarme con la tarea? - repuso Henri, retándolo.
Jean Claude no tuvo más remedio que bajar la cabeza.
Su primera experiencia dentro de la prisión fue con otro interno que le pidió dinero. De mala gana ofreció un par de billetes y al notarlo el reo, en agradecimiento, le devolvió un par de golpes al estomago y un puntapié en el rostro cuya cicatriz todavía se perfilaba en el rostro de Jean Claude.
Nadie acudió a su auxilio en aquella ocasión, por eso guardo su enojo.
Nadie levantaría un dedo por él, ni siquiera los guardias.
Los guardias se mostraban más inquietos que Jean Claude.
Muchos de ellos eran ex militares que consiguieron ese trabajo una vez que la milicia fue desmantelada con la llegada de los cascos azules.
Nerviosos caminaban de un lado a otro sosteniendo levemente sus armas.
Algunos de ellos llevaban trabajando más tiempo en la prisión que el tiempo que algunos internos tenían purgando condena.
- Por lo menos sabemos donde se encuentran los criminales - bromeaban entre ellos.
Con mucho cuidado Jean Claude leyó la hora en su reloj.
Las cinco menos cuatro.
Lentamente se acercó a la salida, un guardia le abrió la reja, sin preguntas, sin protocolo.
- Y pensar que todavía me falta más de una semana para terminar las reparaciones de la instalación eléctrica - pensó para sus adentros.
- Merde - murmuró, mientras su figura se perdía en la incertidumbre de las calles de Port au Prince.
Interpretaciones
Un poeta está sentado en un café, escribiendo:
la anciana
cree que está escribiendo una carta a su madre,
la joven
cree que está escribiendo una carta a su novia,
el niño
cree que está dibujando,
el hombre de negocios
cree que está meditando una transacción,
el turista cree que está escribiendo una postal,
el empleado
cree que está calculando sus deudas,
el policía secreto
camina lentamente, hacia él.
Mourid Barghouti
trad. Mª Soledad Sánchez
martes, 18 de mayo de 2010
Japanese Death Poems
Japanese Death Poems
Gesshu Soko, died January 10, 1696, at age 79:
Inhale, exhale
Forward, back
Living, dying:
Arrows, let flown each to each
Meet midway and slice
The void in aimless flight --
Thus I return to the source.
Goku Kyonen, died October 8, 1272, at age 56:
The truth embodied in the Buddhas
Of the future, present, past;
The teaching we received from the
Fathers of our faith
Can be found at the tip of my stick.
domingo, 9 de mayo de 2010
Port au Prince
Por Omar Villasana
Las calles se desbordan.
Los alambres de púas que resguardan los cascos azules
evitando a toda costa que con las ruinas se construyan
escaleras que alcancen la muralla tan celosamente protegida.
Todo aquí es cuesta arriba.
La gente camina inmutable, ni tristeza ni enojo refleja su mirada.
Una curtida certidumbre de que el día a día es azaroso.
Blindados, subimos la pendiente.
Subimos.
Todo aquí es cuesta arriba.
Esta es la casa donde hace domicilio la paciencia.
Incansable la calle se desborda mañana y tarde.
Los zapatos, las cazuelas
todos temen volver a sus casas
la gente ha hecho de las calles su hogar.
lunes, 26 de abril de 2010
Cold War or Cali Cartel’s Operation Sofia
By Michelle Primeau
I want so much to write something beautiful and to be a good Christian,
but a journalism peer sits slumped over her pen. Outside a blizzard glares white.
Her lip twitches over a puddle of drool while the Ixil witness goes on, a sweet
voice-over of his village in Quiché falling under the weight of the hills Marxist guerrillas, her teeth grind,
deprived of water through the churning of the Xalala hydro-electric dam and displacing thousands
of indigenous into the plundered forests and farmlands. His father decapitated, mother and sister raped,
their skirts pulled over their heads and suffocated under the hot breath of the Kaibilies, Confradias,
Zetas all taking turns at thrusting into the gaping cavity of the exhumed remains, her nose whistles,
scorching the mother and earth before the witnesses young eyes. Mining concessions granted
to transnational gold, silver, nickel, and zinc companies to displace the rural communities as if massacre
wasn’t enough to fire them into U.S. evangelical funded New Life refugee camps. The new life existing
under tin roofs supported by logs which do burn like their homes, but protected from the aerial bombs
the refugees outran to escape the death squad dossier logbook in which their names might appear.
Where the bodies of 200,000 might not, but rather disappear into the mass graves, a reprieve from
torture, detention, and execution of the unarmed Mayan collaborators and sympathizers, the villagers,
the whole Ixil peasant population are pro-EGP guerillas and must be controlled through
counterinsurgency and psychological operations. The girl, still dreaming sugarplums and skulls in pink
scarves and brightly woven threads who haven’ t lost their brilliance in 27 years, her mouth goes slack.
She is cutting telephone lines and constructing sandbag roadblocks with her grandparents and little
sister and watch their removal, illegal elements under Romeo Garcia and Efrain Montt, whose own
daughter is in bed doing lines of coke with her husband, a U.S. Rep and friend to silent
Clinton. The girl wipes her creased face and flips her ponytail as she changes sides to hear the witness
with her other ear before the Spanish National Court tries her on counts of sleeping off genocide.
I will not fall under the cloak of the p-o-e-t now I lay me down to sleep jive.
I want so much to write something beautiful and to be a good Christian,
but a journalism peer sits slumped over her pen. Outside a blizzard glares white.
Her lip twitches over a puddle of drool while the Ixil witness goes on, a sweet
voice-over of his village in Quiché falling under the weight of the hills Marxist guerrillas, her teeth grind,
deprived of water through the churning of the Xalala hydro-electric dam and displacing thousands
of indigenous into the plundered forests and farmlands. His father decapitated, mother and sister raped,
their skirts pulled over their heads and suffocated under the hot breath of the Kaibilies, Confradias,
Zetas all taking turns at thrusting into the gaping cavity of the exhumed remains, her nose whistles,
scorching the mother and earth before the witnesses young eyes. Mining concessions granted
to transnational gold, silver, nickel, and zinc companies to displace the rural communities as if massacre
wasn’t enough to fire them into U.S. evangelical funded New Life refugee camps. The new life existing
under tin roofs supported by logs which do burn like their homes, but protected from the aerial bombs
the refugees outran to escape the death squad dossier logbook in which their names might appear.
Where the bodies of 200,000 might not, but rather disappear into the mass graves, a reprieve from
torture, detention, and execution of the unarmed Mayan collaborators and sympathizers, the villagers,
the whole Ixil peasant population are pro-EGP guerillas and must be controlled through
counterinsurgency and psychological operations. The girl, still dreaming sugarplums and skulls in pink
scarves and brightly woven threads who haven’ t lost their brilliance in 27 years, her mouth goes slack.
She is cutting telephone lines and constructing sandbag roadblocks with her grandparents and little
sister and watch their removal, illegal elements under Romeo Garcia and Efrain Montt, whose own
daughter is in bed doing lines of coke with her husband, a U.S. Rep and friend to silent
Clinton. The girl wipes her creased face and flips her ponytail as she changes sides to hear the witness
with her other ear before the Spanish National Court tries her on counts of sleeping off genocide.
I will not fall under the cloak of the p-o-e-t now I lay me down to sleep jive.
sábado, 17 de abril de 2010
Poética en Coconut Grove
Por Amílcar Barca
La poesía es un gato
si, la poesía es un gato sencillo
rodeado de manglares
un mediodía de enero
sí, merodeando en la sombra
y en la orilla del coral,
buscando la rima
entre los diminutos cangrejos
que se agolpan y se esconden
junto a estos adjetivos de piedra
sí, la poesía es esta metáfora
de piel a rayas y ojos cristalinos
que en lugar ajeno a su morada
espera del mar, una noticia.
La poesía es un gato
si, la poesía es un gato sencillo
rodeado de manglares
un mediodía de enero
sí, merodeando en la sombra
y en la orilla del coral,
buscando la rima
entre los diminutos cangrejos
que se agolpan y se esconden
junto a estos adjetivos de piedra
sí, la poesía es esta metáfora
de piel a rayas y ojos cristalinos
que en lugar ajeno a su morada
espera del mar, una noticia.
sábado, 10 de abril de 2010
Perdido
Por Roger Silverio
Salí a comprar el periódico, a medio camino me di cuenta que primero debía encontrarme a mí mismo. Ahí comenzó mi agotadora faena. Regresé al lugar de partida observando todo a mi alrededor, aun debajo de los arbustos que crecían junto al camino, nada, sencillamente yo había desaparecido y eso…, eso me molestaba.
La última vez que me vi estaba en el baño, desnudo y sin peinarme. ¡Por Dios! ¿Alguien me habría secuestrado en esas condiciones?
Me escondí tras el tronco de un árbol frente a casa a ver si me veía salir, sentí frío pero eso era irrelevante. Era imperiosamente necesario que me encontrara, algo tibio cayó sobre mi hombro, casi imperceptiblemente moví mi mano hacia ese lugar y palpé..., un pájaro… ,un desgraciado pájaro me había cagado.
Como no podía vengarme de esa infamia decidí moverme del lugar, mi objetivo era encontrarme y nada, nada debía desviar mi atención. Permanecí por horas cerca de la casa, el no pestañear me causaba una desagradable molestia, pero no encontrarme era aun peor.
Han pasado dos noches, creo que también dos días y no me encuentro. La ancianita que vive en la casa del frente me mira por la ventana; si ella tuviera teléfono se lo pediría prestado para llamar por ayuda.
Me doy cuenta que no he vuelto a casa porque la luz de la biblioteca no se ha encendido y recuerdo perfectamente que acostumbro leer todas las noches.
Veo el carro del correo doblar la esquina, avanzo y le pregunto a la señora que por años me ha traído la correspondencia si me ha visto, o si ha leído en los periódicos si algo me ha sucedido, ella con la mirada baja todo el tiempo me contestó: “No se preocupe, acabo de llamar y usted ya viene en camino, pronto estará aquí”. Le di las gracias, era una buena persona.
Vi que venía una ambulancia, ahora entiendo…, algo me había sucedido y estuve en el hospital y si me traían a casa, ya había pasado el peligro.
Me dormí sobre la hierba, necesitaba descansar.
Salí a comprar el periódico, a medio camino me di cuenta que primero debía encontrarme a mí mismo. Ahí comenzó mi agotadora faena. Regresé al lugar de partida observando todo a mi alrededor, aun debajo de los arbustos que crecían junto al camino, nada, sencillamente yo había desaparecido y eso…, eso me molestaba.
La última vez que me vi estaba en el baño, desnudo y sin peinarme. ¡Por Dios! ¿Alguien me habría secuestrado en esas condiciones?
Me escondí tras el tronco de un árbol frente a casa a ver si me veía salir, sentí frío pero eso era irrelevante. Era imperiosamente necesario que me encontrara, algo tibio cayó sobre mi hombro, casi imperceptiblemente moví mi mano hacia ese lugar y palpé..., un pájaro… ,un desgraciado pájaro me había cagado.
Como no podía vengarme de esa infamia decidí moverme del lugar, mi objetivo era encontrarme y nada, nada debía desviar mi atención. Permanecí por horas cerca de la casa, el no pestañear me causaba una desagradable molestia, pero no encontrarme era aun peor.
Han pasado dos noches, creo que también dos días y no me encuentro. La ancianita que vive en la casa del frente me mira por la ventana; si ella tuviera teléfono se lo pediría prestado para llamar por ayuda.
Me doy cuenta que no he vuelto a casa porque la luz de la biblioteca no se ha encendido y recuerdo perfectamente que acostumbro leer todas las noches.
Veo el carro del correo doblar la esquina, avanzo y le pregunto a la señora que por años me ha traído la correspondencia si me ha visto, o si ha leído en los periódicos si algo me ha sucedido, ella con la mirada baja todo el tiempo me contestó: “No se preocupe, acabo de llamar y usted ya viene en camino, pronto estará aquí”. Le di las gracias, era una buena persona.
Vi que venía una ambulancia, ahora entiendo…, algo me había sucedido y estuve en el hospital y si me traían a casa, ya había pasado el peligro.
Me dormí sobre la hierba, necesitaba descansar.
domingo, 4 de abril de 2010
Danilo López
Panic
Up there a sign on a rusted valise reads:
She is gone, it is over down here
Mai kaikan ai daukisa!
A boy tries to clean the yellow paint from between his
Fingernails, inside the cook cries, secretary to other realities
Umpira ai kaiks!
Old TV receptors adorn the wall separating us
Strange plantains grow on almond trees
Strangers from other dreams play familiar rhythms
They begin with tree strings and fused metals
They end with broken backs
Upla kumi sin balras!
His-Panic
Down, down and up the hill,
we have three lanes where two only
should exist,
báaxten na’?
Texaco, Marlboro, Wendy's and
Ray-O-Vac signs waving good bye
to the traveler
báaxten na’?
the neighbor to the North has sold us
everything, except anti-pollution
devices, handicap codes and health
insurance
báaxten na’?
Goodyear, American Airlines and
Visa card,
let's send cocaine in exchange,
and immigrants, and sugar, and labor
lu’um nohoch kool
prices are low, prices are cheap,
they have sold us everything, including
Madonna, Michael Jackson, and The New KOB
lu’um nohoch kool
Everything
Yaab winik
let's send them good leather, some arts
and crafts, and tax evasion and interest debts,
even some children to adopt or to take
body organs from
Yaab winik
they have sold us everything,
except wealth
kim sah!
Hispano
Trato en vano de separarme
Vuelo sobre tierras de cuchillos
Y uñas amenazantes
Vuelo sobre flores raras que
Devienen pájaros
Canto canciones del barrio
Invoco el regreso de mis padres
Wáguchi Bùngiu le sièlubei inébewalá bíri
Nübinlá bidáani lun barúeijan ya uboúagu
ĺtaralá
jueves, 1 de abril de 2010
El Pescador de Sueños
"El pescador de ilusiones", Oaxaca, 2004
Acuarela sobre Papel
48 cm X 33 cm
Acuarela sobre Papel
48 cm X 33 cm
Por Elleale Gerardi
Un bullicio de pájaros
le revuela la sangre.
Y en la fragua sonora de las rosas
las abejas profetizan la miel.
La arena fugitiva de la historia
retrocede calendarios de piedra
hasta el núcleo de fuego
del origen.
Los mármoles del hambre y las hiedras de la angustia
flagelan la esperanza
El levanta los brazos de sus ojos
hasta alcanzar el vuelo
de las torcazas;
y hay un viento de fiebre
que desploma sus frutos.
Nadie altera los peces del diluvio.
Vencido
remienda las redes
para volver a la pesca
de un sueño.
Del libro Piedras del Pan de Piedra, Asociación de Escritores Argentinos, 1995
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