jueves, 11 de noviembre de 2010

Callejuela

Por Gloria MiládelaRoca


















Bajo la sombra de su hora
Se divisa un abrazo líquido
anestesiada por el deseo
su espalda hambrienta
se recuesta

Se escurre la codicia
manos herejes
piel de faena
cuerpo en celo

Noche de alianza
de labios vencidos
intimidan el silencio
alimentan una tempestad

El laberinto de carnes
deja árida la razón

Revientan aguas
se esparce el tiempo

La consciencia muda
deshabitada
recorre las paredes grises de la noche

1 comentario:

  1. Las noches no necesitan de la oscuridad para serlo, basta que el deseo plasme en ellas un color y la luna aparezca negra, para que lo prohibido no tenga límites. Este es el significado que la noche encierra en cualquier cultura. Por lo que veo también sucede en Venezuela. Felicidades.

    Eduard

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