miércoles, 30 de diciembre de 2015

“Cuaderno de Juan Amauta”: la inteligencia poética en una vibrante expresión


La editorial Llanto de Mudo, de Córdoba, Argentina, publicó el poemario “Cuaderno de Juan Amauta. Vol. 1” (ISBN 978-987-3778-43-8), de Alexis Comamala, nacido en la citada ciudad argentina en 1979. Comamala acredita títulos anteriores, como “Ensayo mi muerte” (2007), “El naufragio” (2009) y “La noticia es el diluvio” (2014). Fueron compilados sus trabajos en “El día más parecido” (2008), entre otras antologías.
En esta nueva entrega el poeta apela a textos breves y punzantes, con un mayor predominio de la idea sobre la imagen, pero dando muestras –invariablemente- de poseer ese raro don que llamamos la inteligencia poética. En efecto: a lo largo de todo el poemario el primer plano lo tiene una visión del mundo caracterizada por la capacidad de comprender los nexos posibles entre lo macro y lo individual, en un fluido ir y venir entre ambos campos, además de una evidencia constante de la capacidad de Comamala para  transmitir esa visión adquirida. La inteligencia poética es algo que se adquiere merced no solamente a lecturas y observaciones y estímulos derivados de otras disciplinas del arte o provenientes la experiencia; procede de una laboriosa elaboración de esos factores en una clave personal y única y es ese el mérito permanente en la mayoría de las páginas de este volumen breve, aunque suficientemente denso como para albergar fundamentales preguntas y respuestas referidas al ser en el mundo contemporáneo.

Luis Benítez


ASÍ ESCRIBE ALEXIS COMAMALA

Sí matar

Corrediza la naturaleza altera el dominio del hombre, es flujo de ideas en pensamiento vertical, en tanto que palabra práctica se esconde. Entonces excluimos banderas sagradas e instru­mentos de pulsación de auroras que no permanezcan intactas, procedimos a acabar con la historia del sin freno.

Una guerra

Nadie reniega del tiempo acá arriba, se es parte del paisaje. La turba y el delirio no llegan, jamás hubo más de doce juntos acá en la mesa o sobre las piedras. Las naves bajaban por donde podían y los niños sabían de la patria del poema per­dido. No soy yo, ni es la sangre del espíritu la que reacciona, es la falta de un problema y una bomba que no explota.




domingo, 15 de noviembre de 2015

“Grimorio del Búho”, nuevo poemario del argentino Guillermo Bawden - Por Luis Benítez


La pujante editorial Llanto de Mudo, de la Córdoba americana, publicó este año el poemario titulado “Grimorio del Búho” (122 pp., ISBN 978-987-3778-44-5), del autor Guillermo L. Bawden.
Vigoroso en símbolos, este nuevo poemario del autor cordobés se erige como un tótem dotado de numerosas máscaras –aquellas que en diferentes culturas, tiempos y lugares empleó el hombre para explicarse el universo y su misma condición- unidas y atravesadas por el eje central del conflicto desencadenado por la caída de esos símbolos (y valores) a escala de lo contemporáneo. Bawden establece así un arriesgado contrapunto entre lo mitológico que ya no es y la necesidad –tan humana- de poseer una imagen del mundo aceptable para el desengaño tan característico del hombre actual. Este nudo gordiano aparentemente imposible de resolver, al menos en términos de lo verosímil, es sorteado por el autor merced a juegos polisémicos donde la oscilación constante entre creer y no creer establece un vértigo desde donde, como ráfagas, resulta factible entrever otros juegos, los de lo Real, siquiera momentáneamente, aunque de modo contundente en las instancias más afortunadas de estas páginas.
“Grimorio del Búho” no es una ventana abierta –la misma materia de la que trata lo hace imposible- sino ligeramente entreabierta, desde donde espiar un universo sospechosamente parecido a este donde vivimos, una construcción alternativa que se acerca todo lo posible al modelo original. Ello atempera el horror de la visión, al tiempo que da las claves para su desciframiento.
Bawden nació en la ciudad de Córdoba, Argentina, en  1977. Es escritor, pintor y locutor radial; autor de los siguientes libros: Letra Muerta (Ed. Llantodemudo/Fan, 2012), Cuando mueran los peces (Ed. Textos de Cartón, 2012; Ed. Llantodemudo, 2013) y París Journal (Ed. Llantodemudo, 2013). Fue cofundador y editor de Le Primitive Diplomatique (2001-2004) y de Tinta de negros Ediciones (2009-2011). Colabora con la revista cordobesa Desterradxs. Dirige la colección de poesía "Bonzo" para la editorial Llanto de Mudo. Actualmente publica por entregas La marea de bronce en www.revistapalp.wordipress.com


ASI ESCRIBE GUILLERMO BAWDEN

Ego Video (fragmento)

La nube de desperdicios vuela sobre el tercer planeta, el azul. Todo debe extinguirse. Primero fueron los monstruos marinos, le siguieron los dinosaurios, enormes barcos de carne y hueso flotando por el mundo que aún se besaba en cada una de sus costas.
Después fueron las aves gigantescas las que cayeron del cielo a pudrirse en la tierra, enormes mamíferos colmaron el planeta. Más tarde, puntas de hueso, lanzas arrojadizas con puntas de sílex, cazadores, recolectores y posteriores agricultores. Luz de las estrellas, en casi un día y una noche, pirámides y templos escalonados hacia el cielo, nuestro primer desafío a los dioses cuando estos aún habitaban en selvas, ríos y desiertos, antes de que marcharan al cielo a cobijarse entre las estrellas y el polvo de la memoria de la tribu de los bípedos.
La enfermedad llegó demasiado pronto.
Tiranías hidráulicas. Ejércitos ingentes que regaron de sangre llanuras y montes. Sangre que manchó enormes muros de deliciosas ciudades cuya bruma aún humedece nuestras camas por la noche.
Reyes, emperadores, hombres capaces de conquistar el mundo. So-doma y Gomorra nos enseñaron los placeres de la carne y el terrible temor que lo divino siente por nuestras entrepiernas Porque dios teme y aniquila los focos urbanos de la humanidad hecha carne. Faraones, Rey de reyes, hombres maquillados como mujeres cubriendo al mundo de dos centímetros de sangre. Caen Nínive y Babilonia, Menfis y Jerusalem. Ur ya era una ruina para entonces.

(…)
Juliano intenta recuperar las odaliscas y los días de Baco pero la ciudad eterna se cubre de oscuridad. Nuevos señores se yerguen sobre el miedo a la muerte. Las ruinas viven hoy entre los códigos de preciosos edificios. Vagan hordas rubias en los fértiles campos del vino, los hijos del martillo, los que beberán y comerán hasta saciarse cuando mueran en combate, refinan su barbarie y abandonan el banquete celestial para convertirse en piadosos y anchos caballeros.
En el este, los Ángeles del desierto han escuchado a su profeta y se levantan para recorrer el mundo. Algebras cimitarras y astrolabios, sus ciudades de estrechas calles y grandes bazares resguardan a los viejos verborrágicos del ágora. El odio entre monoteístas es mil veces superior al odio entre los huérfanos de miles de dioses, sin embargo se juntan en la dorada Hispalis, se traducen y se leen ávidos de conseguir nuevas armas. Jerusalem se llena de sangre una vez más. París reclama la bruma escarlata de Babilonia y la consigue, vemos hacia atrás con amor goliardo.
Los campos se llenan, la vida no se endurece porque no se puede endurecer la roca. Sobre el Caribe la sangre se mezcla. Los cuchillos de jade abren torsos espolvoreándolos con chocolate, mil especies de maíz mantienen un imperio en las nubes.
Muerte de Plata, diablos en las galerías de la gigantesca mina. Extraños sonidos en la oscuridad.
En Albión encuentran la salida a tan poco provechosa posición, el alma insular dominara con aroma a mar y mercancía de humo.
La gran Bestia ha nacido juntando en su cabeza todos los cuernos de las bestias que ya han muerto.

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martes, 3 de noviembre de 2015

La gestualidad frondosa del espejo de Flavia


Unas palabras en relación al último poemario de Flavia Cosma (*) “Arañazos sobre la faz del espejo”  publicado por la Editorial Torremozas de España.

                                                                                                      Por Anabelle Aguilar Bealey


Un espejo es una superficie pulida donde incide la luz y se refleja una imagen que es virtual, sin embargo el espejo de Flavia está arañado, raspado, con desgarraduras. Ese espejo no es de obsidiana como los antiguos, tampoco lo imaginemos como los actuales. Éste es de cristal de roca, sobre una lámina de metal amalgamado. Es un espejo especial donde se reflejan en verso las vivencias de una mujer intensa que afirma,  “… mi carne, mi sangre y/ mi alma se han fundido hace mucho tiempo/en acontecimientos y guerras”
Teresa de Cartagena, nacida en Burgos, España en 1425, fue la primera mujer que escribió en castellano con fines literarios. Los hombres pensaban que ella no podía ser la autora de su obra, que todo era un plagio, solo por el hecho de ser mujer.  La atacaron y ella estableció su defensa, con autoconciencia como escritora y autoafirmación como mujer. Esto no era extraño en esa época ni en las posteriores. Muchas han abierto el camino para que la mujer se muestre como flor abierta en todo su esplendor y manifieste como Flavia con franqueza y fuerza su ímpetu.
El coraje y la vitalidad  de la autora se ven reflejados en su libro. Así lo apreciamos “No hay razón que sobrepase otra razón/que sea capaz de hacerme cambiar de recorrido/de convencerme y encerrarme de buena gana/para perpetuarme en la jaula de los leones/ hambrientos/ esperando resignada que venga el fin”  Nada puede detener a esta mujer decidida y guerrera.
Nos dice el poeta venezolano Rafael Cadenas “La poesía pertenece a lo más íntimo, lo más sagrado, lo más tembloroso del hombre; no es asunto de frases bonitas (algunas veces todo lo contrario)”  Por esa razón profundizar en un poemario es asunto delicado, porque nos  metemos  en terreno del ser interno y por lo tanto vulnerable del escritor. Éste que tiene la osadía y la valentía de manifestarse en verso, de comunicar sus más profundos gozos y sufrimientos de la vida. La poesía de Flavia no tiene sobrantes, cada verso está pensado, está medido. Ella planea sus redondos poemas hasta amarrar el fin.
Ese espejo bruñido, tiene honduras que se muestran en sus poemas amorosos y en otros.  El tema del olvido agónico, el color azul. Se arriesga, pero conoce de antemano los resultados, se consuela con falsas explicaciones. Hay angustiosos demonios que llevan su corazón apasionado, desierto hasta el borde de la muerte.
Apreciamos hermosos pasajes eróticos porque cuando  “se sueña con pájaros, el amor se encuentra”.  Las sábanas, la ropa de cama son objetos eróticos.  “Agárrate de la sábana que aún guarda/el olor de su cuerpo desnudo”  y en otro dice  “…la ropa de cama, el vino retenido en las copas, la esperanza”
Su erotismo es delicado, es etéreo pero al mismo tiempo volcánico. Afirma  “…los senos redondos añoran el abrazo frío y blando/ de la pólvora” y también “Ven ahora/ necesito tu respiración/trastornando mi cama”  “Déjame beber la sal de tu piel…/saborear tu vino amarlo…/déjame volver a darte la vida”.  En otro percute el órgano que es del amor con la fuerza de un tambor  “…me caliento en la llama de tu sangre/ me adormezco con los latidos esbozados, monótonos/ e hipnotizados de tus tambores/forjados en la piel dulce de las corzas, de los ciervos”.  No se puede dejar espacio entre los amados, hay que permanecer enredados uno en el otro, contando cada segundo y cada minuto como una nueva victoria. Hay hojas dispersas sobre la cama y así llega el éxtasis de la felicidad amorosa.
El tema de la vida está centrado en los versos “Aprendiendo en la caída/ los misterios del vuelo”  porque a pesar de los reveses y de que en ocasiones hay que acurrucarse y dormir por horas en el rincón más oscuro para olvidar,  de repente se convierte en montaña, fortaleza rebelde y eterna. La vida es un juego, nos agarramos de las lágrimas para no caer en el vacío. Es imperfecta, pero es vida.
En la vida está el tiempo que “cava siempre las hondas zanjas” “..el tiempo villano, cruel/acecha impaciente”. Es  indetenible, los árboles se marchitan antes de tiempo. En los meses de  alejamiento del amado, hay un deseo de hacer retroceder los días. Una medusa estirada en la cama entre los amantes es un monstruo que deja su respiración pesada y triunfadora en la almohada, quedan del  amor solo recuerdos dañinos y penosos.
Vemos pasajes oscuros donde encontramos  sesos de animales que brotan manchando las paredes de vidrio. Hay arañazos en la pared blanca.  Aparecen  nubes agrietadas por el frío y espejos espantosos que nos hacen pagar culpas.
Siguen los momentos de desasosiego.  El paso de ballet macabro y elegante de una rata. Los pájaros que  chocan contra los cristales. La muerte que  entra por los pies cuando están fríos. Hay una náusea que se alarga  con sus tentáculos blancos, espectros de la noche que acosan en pleno día.  El mal olor es insoportable, el aroma del amor ha desaparecido. Se acercan arañas con dientes de acero y aguas negras, esa maldición que trae consigo la muerte. Unas hormigas anuncian tormenta. Un hombre de la calle mira furtivo su rostro en el espejo, encontrándose, tratando quizá de explicarse la imperfección de la vida.
En Elegías, el ascenso hasta el noveno piso de un hotel nos muestra los diferentes niveles de la mente. Los cuartos cada vez son más estrechos y sombríos, con las ventanas cerradas. El número siete debería quedar abolido, este es un número cabalístico, vinculado muchas veces a nuestra minúscula condición humana.  Para la autora, son siete los meses críticos  de ausencia del amado.  El último nivel, el piso nueve es el más opresivo, aquí falta el aire. El ambiente es sucio.  ¿Será el punto más profundo del túnel interno?  No hay que mirar afuera, hay que recogerse para no caer en la trampa. Distraerse del pánico,  pensando en otras cosas. Hay peligro, terror. Finalmente baja los escalones y ve la salida, donde hay aire puro y luz.
La naturaleza en este poemario  es benéfica,  pinos, lagos brillantes, multitud de flores, de abejas, un otoño manso, ciruelas cárdenas, pulposas. Ella pide piedad al césped, al viento para beber, para que le den su frescura. Sin embargo a veces la naturaleza  es estéril, está petrificada. Las gruesas raíces de los grandes árboles acechan el anochecer. El agua turbulenta puede derribar todo en su camino. “Las nubes cambian su forma, salen del paisaje/ otras vuelven a ser desde los abismos/ la inquietud del agua/ se funde en la piel del lago”. La lluvia llega atronadora, hay terror, pero cesa y viene la tranquilidad, la germinación, lo nuevo.
Se manifiesta en algunos poemas una profunda espiritualidad, un deseo de armonizar con el amado, con el cosmos, de dar parte de sí. Le quiere dar al amado una ofrenda  “Desde la arcilla bendita/edificarte una estatua, la más bella estatua del mundo”.  El tema de la no-existencia, es la materia que se pudre transmutándose. Hay momentos de contemplación de la naturaleza con melodías y misteriosas soledades, fragmentos de oraciones, estrellas en el alba de un espíritu nómada escondido en un alma frágil. Ese es el amor que atraviesa las distancias. Siente que tiene que pagar porque ha matado muchas flores,  pero aunque el amor está al borde del precipicio, se salva. Pide a los santos que recen por su alma, que las flores grandes sacudan sus pétalos pulposos en tímido contacto con los dedos.  La no- existencia no es el fin. Es el momento del cambio, se viste con ropa de oro. Habrá una lucha,  la no- existencia es tan solo  un renacer, es una ruta en la que la creadora de poesía sigue su caminar.
El poemario no  es fatalista, existe  “una palabra llave” que es la esperanza. Jamás se va a entregar “a la voluntad del dolor”. Se acaban las lágrimas “…lágrimas que alguna vez podrán transformarse en llanto de alegría, en un himno feliz a los pies del amor”. Existe un gato a quien el miedo lo ha abandonado, que se siente dueño del mundo y que duerme plácidamente con una pata apoyada en el cielo. Las chicharras realizan una loca danza en los jardines y en la casa. Los hechizos han vuelto a la vida, las oraciones han sido escuchadas por los dioses y el amado también siente esa dulce pasión. Afirma la poeta Flavia Cosma que “el pájaro se anidará/ entre nosotros/ y dará frutos siempre, como/ la primera y la última vez”
                                                                                    Anabelle Aguilar Brealey (**)
                                                                                    Markham, octubre del 2015



(*)Flavia Cosma es una poeta canadiense de origen rumano, escritora y traductora, cuya obra ha recibido numerosos premios literarios. También ha recibido reconocimientos como productora independiente de documentales para televisión, como directora y guionista. Ha publicado una extensa lista de poemarios, narrativa, diarios de viaje y libros para niños.
(**) Escritora nacida en Costa Rica. Ha participado en Congresos y Conferencias sobre literatura infantíl y ha desarollado un labor intensa como profesora. Tiene publicados los siguientes libros: Los conservacionistas traviesos (1989); Los cuentos de Mago Michú (1989); Los libros de poemas Orugario (1998) y los poemarios Consumidas por fuego (Uruk Editores, S. A. San José, Costa Rica. 2011) y Canis Lupus (2012), entre otros.

lunes, 12 de octubre de 2015

XII edición del International Writers’ and Artists’ Festival, en Canadá

                                                                                                               Por Luis Benítez
                                                                                                               Fotos: gentileza de Flavia Cosma


Con la presencia de reconocidos representantes de la poesía y las artes plásticas de varios países, se concretó en Val-David, Québec, Canadá, entre el 3 y el 4 de octubre pasado, el XII International Writers’ and Artists’ Festival. El encuentro contó con el apoyo de la Ligue des Poètes Canadiens y  la  Association des Auteurs des Laurentides, así como el patrocinio de la Municipalité de Val-David. La organización fue fruto del entusiasmo y el talento de la escritora y activista cultural canadiense-rumana Flavia Cosma.

Desde 2009, cada año se celebran en la localidad de Val David, en Québec, Canadá, dos presentaciones de esta reunión de escritores y artistas provenientes de diversos países, que ya se ha convertido en un evento clásico del calendario literario mundial.
Acerca del International Writers’ and Artists’ Festival, señaló su organizadora, la poeta, narradora, traductora y dinámica activista cultural, Flavia Cosma: “Este Festival es el resultado de un sueño mío, una idea que se me ocurrió hace mucho tiempo: que la poesía tiene su vida propia, su música, y que se puede disfrutar a un nivel diferente de la poesía ajena, aunque uno no hable el idioma en el que se lee o se escucha. Además vivimos aquí en Canadá en una sociedad totalmente plurinacional, con inmigrantes venidos de todo el mundo en búsqueda de una vida mejor. Pero como todos lo sabemos, el lado económico nunca es suficiente: Hay que hallar maneras de poder expresar nuestro lado espiritual, artístico, y el Festival que yo inicié en Val-David fue como una gota de agua fresca para apagar la sed de muchos escritores y artistas que han nacido en un otro lugar y se sentían como extranjeros en este hermoso país. Entonces un festival de poesía multilingüe me pareció una buena oportunidad para comprobar mi teoría. Una combinación entre poesía, artes visuales y otras expresiones artísticas, que se agregaron como una extensión natural”. 
La pasada edición contó con la participación de destacadas figuras de la literatura y el arte, provenientes de diversos países.
En la jornada de apertura, el sábado 3 de octubre, a las 14 horas, realizaron la inauguración de la nueva edición del Festival la directora general, Flavia Cosma, y el poeta y traductor David Brême (Francia), para pasar luego, y hasta las 20 horas, a la lectura de obras de autores locales e invitados: Gertrude Millaire (Laurentides); Louise Carson (Montréal, Québec), Jeannine Pioger (Laurentides), Anabelle Aguilar Brealey (Costa Rica/Venezuela), Eva Halus (Montréal/Rumania), Ivan-Denis Dupuis (Laurentides), los antes señalados Flavia Cosma y David Brême, Carmen Doreal (Deux Montagnes, Québec/Rumania) y la presentación virtual del poeta Luis Raul Calvo desde su país, Argentina.
La jornada de clausura del Festival, el domingo 4 de octubre, contó con la presencia de la invitada de honor, la alcaldesa de Val-David, Nicole Davidson. A partir de las 11.30 horas se dictaron tres conferencias: la de  Anabelle Aguilar, quien se refirió al pasado y el presente de la vida cultural de Costa Rica, seguida por Gertrude Millaire, quien abordó las experiencias de su reciente viaje cultural a España, y posteriormente usó de la palabra Nicole Davidson, para brindar precisiones acerca del nuevo poemario de Flavia Cosma, Griffures sur le miroir (Arañazos en el Espejo) publicado hace poco en París por Éditions du Cygne, en traducción de Denis Emorine y con prólogo de Louis-Philippe Hebert.
A continuación la jornada trajo la novedad de la inauguración de una nueva sección del Festival, titulada Grandes poètes du monde méconnus et disparus (Grandes poetas del mundo desconocidos y desaparecidos), llevada adelante en rumano por Cosma y en francés por Brême, y referida en la oportunidad a Mircea Ciobanu, poeta, narrador, traductor y editor rumano nacido en Bucarest  el 13 de mayo de 1940, ciudad donde falleció el 22 de abril de 1996. La velada siguió adelanrte con la participación de los autores John Mallette (Laurentides), Melania Rusu Caragioiu (Montréal/Rumania), Sandra Stephenson (Montréal), Felicia Mihali (Montréal/Rumania), Jeremiah Wall (Val-David), Adrian Erbiceanu (Montreal/Rumania), Anabelle Aguilar Brealey (Costa Rica/Venezuela), Ljubica Milicevic (Montreal/Serbia) y Tito Alvarado (Morin-Heights, Québec/Chile). Expusieron sus obras Carmen Doreal (Deux Montagnes /Rumania), Eva Halus (Montréal/Rumania), Marie-Pierre Charboneau (Val-David) y Ljubica Milicevic.
Es de destacar la importancia alcanzada por este Festival, destacado por la calidad de las obras y ponencias presentadas en sus sucesivas e ininterrumpidas ediciones, cuya continuidad asegura una fecha a tomar siempre en cuenta en el año cultural.


Parte de los autores participantes en el XII International Writers’ and Artists’ Festival.



 La directora y organizadora general del Festival, Flavia Cosma.


lunes, 5 de octubre de 2015

Publicar en Buenos Aires y el mundo



Pampia Grupo Editor Argentino (ver: www.pampia.com), que reúne a los sellos Pluma y Papel, Suburbia, La Esquina de los Vientos y eBook Argentino, acaba de abrir su convocatoria 2015 para autores en los géneros novela, libro de cuentos, poesía y ensayo. Los manuscritos -en formato Word o PDF y en tipografía Times Roman cuerpo 12, a doble espacio de interlineado- deben ser enviados desde el 15 de septiembre y hasta el 30 de diciembre del corriente año a la dirección: manuscritos@pampia.com, consignando en la primera página: Nombres y apellidos del autor, ciudad de residencia, nacionalidad, teléfono, título de la obra y género, así como un breve currículum literario (máximo 250 palabras).

El envío implica que el autor se declara único titular de los derechos de la obra, que no se halla no comprometida su edición con ninguna otra editorial ni pendiente de resolución de concurso alguno y que está plenamente disponible para ser editada por alguno de los sellos de Pampia Grupo Editor Argentina.

Asimismo, con el envío de su obra el autor exime expresamente a Pampia Grupo Editor Argentino de cualquier tipo de responsabilidad por plagio total o parcial del texto, o cualquier otro cargo judicial que será de expresa y exclusiva responsabilidad del autor. Los manuscritos, por estricto orden de llegada, serán evaluados por el escritor Luis Benítez, Asesor Literario de Pampia Grupo Editor Argentino, y en caso de ser adecuados para los planes editoriales del grupo editor en el período 2015-2016, el autor recibirá una propuesta de contrato para su edición, en un plazo de 90 días a contar desde el envío. Si en dicho plazo el autor no recibe respuesta de parte de Pampia Grupo Editor Argentino, debe considerar que su manuscrito no ha sido aceptado.

Pampia Grupo Editor Argentino no mantendrá comunicación alguna con los autores, salvo en caso de aceptación de sus manuscritos, que serán eliminados en caso de rechazo. La edición de los textos se realizará en formato papel, en e-book o mixta, según se convenga entre las partes.
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sábado, 5 de septiembre de 2015

LA PELÍCULA COLOMBIANA “SIEMPREVIVA” SE ESTRENA EN EL FESTIVAL DE CINE DEL MUNDO DE MONTREAL.



La película colombiana “Siempreviva”, ópera prima del director Klych López, tendrá su premier mundial el próximo domingo 6 de septiembre en el marco del Festival de Cine del Mundo de Montreal (Canadá). La cinta, producida por Clara María Ochoa y Ana Piñeres, CMO Producciones (Del amor y otros demonios, Bolívar soy yo, Soñar no cuesta nada), es una adaptación de la obra homónima del dramaturgo Miguel Torres, la cual, después de 20 años de representarse y más de 1000 funciones, se ha convertido en una de las piezas más exitosas en la historia del teatro colombiano. Basada en una historia real, la producción retrata el drama de los desaparecidos tras la toma que el movimiento guerrillero M19 hizo del Palacio de Justicia el 6 de noviembre de 1985, por medio de la historia de Julieta, una joven abogada recién graduada que consigue un empleo temporal como cajera de la cafetería del Palacio y de la cual no se vuelve a saber nada después de la retoma del edificio por parte de las Fuerzas Militares. La versión cinematográfica, que se estrenará en Colombia el primero de octubre, cuenta con un reparto de lujo: Laura García, Andrés Parra, Enrique Carriazo, Alejandro Aguilar, Laura Ramos, Fernando Arévalo y Andrea Gómez, y será distribuida internacionalmente por la empresa española Latido Films, que ha estado al frente de cintas tan importantes como El secreto de sus ojos (ganadora del Oscar a mejor película de habla no inglesa) y Violeta se fue a los cielos (mejor película no estadounidense de ficción en Sundance).

Tráiler: 
https://www.youtube.com/watch?v=1EFokEx31u4 

Web: 
http://cmoproducciones.com/siempreviva/ 

Contactos de prensa 
PAULA JARAMILLO 

LIZZETH ACOSTA MELO        Cel. 313 3875742      lizzethacosta@trebolcomunicaciones.com                                           
LITZA ALARCÓN ROMERO    Cel. 310 5664031      litza@trebolcomunicaciones.com



Equipo completo de Siempreviva. Elenco & Equipo de producción


Seguimos esperando a Julieta (Andrea Gómez)



WWW.CMOPRODUCCIONES.COM/SIEMPREVIVA




@SIEMPREVIVAFILM     


FACEBOOK.COM/SIEMPREVIVAFILM




SIEMPREVIVAFILM




viernes, 7 de agosto de 2015

Ensayista de Estados Unidos publica un ensayo sobre el novelista Luis Benítez


En Buenos Aires, la prestigiosa Editorial Nueva Generación lanzó a las librerías el ensayo titulado “La novelística de Luis Benítez: aproximaciones críticas a la historiografía, la mitología y la masculinidad patriarcal”, de Assen Kokalov, PhD, profesor de literatura y lengua española en Purdue University North Central, Indiana, EE.UU. El doctor Kokalov es un especialista en el estudio de las conexiones entre literatura y cine latinoamericanos, teoría queer y de género. Su libro anterior se titula “Pólvora, sangre y sexo: dialogismos contemporáneos entre la literatura y el cine en América Latina” (Information Age Publishing, North Carolina, EE.UU., 2014). Ha publicado sus proyectos de investigación en una serie de antologías y prestigiosas revistas académicas, entre ellas Hispanic Journal, Revista de Estudios Hispánicos, La Torre, Mester y Chasqui.
El ensayo del Prof. Dr. Kokalov cuenta con un prólogo del reconocido teórico estadounidense David William Foster, PhD, quien dirige el Departamento de Lengua y Literatura de la Arizona State University. En su prólogo, el Dr. Foster señala: “La monografía de Assen pone ante el lector uno de los pocos estudios críticos sobre uno de los narradores argentinos más interesantes de las décadas recientes. Benítez se inscribe de manera definitiva en el grupo de corrientes literarias argentinas de la post-dictadura que examinan en forma crítica —a veces con un abordaje narrativo francamente apabullante y hasta enajenante, en lo que a la benevolencia lectoral se refiere— los elementos constitutivos de la sociedad argentina y su trayectoria histórica. Nada es complacencia, ya nada queda privilegiado, nada ni nadie se salva del escrutinio narrativo. Las instituciones fundantes, las figuras legendarias, los valores consagrados, los mitos rectores—absolutamente todo queda expuesto a un escrutinio impío e irreverente que deconstruye los parámetros del ser nacional.
El ensayo del Prof. Dr. Assen Kokalov examina cuidadosamente la tetralogía de novelas de Luis Benítez publicadas en Argentina, Uruguay e Italia, a saber: Tango del Mudo (Ediciones de la Plaza, Montevideo, Uruguay, 1997. 2da. edición, Ed. Piel de Leopardo/Wordtheque, Bs.As., 2003; Ed.Wordtheque, Bolonia, Italia, 2004, E-BookArgentino, Buenos Aires, 2012); El Metro Universal (Ediciones Pluma y Papel, Buenos Aires, 2012. E-Book Argentino, BuenosAires, 2012); Hijo de la Oscuridad (E-BookArgentino,Buenos Aires, 2012) y Sombras Nada Más (una novela del peronismo mágico) Ed. Doble Hache, BuenosAires, 2012; traducción al italiano de Milton Fernández, Rayuela Edizioni, Milán, Italia, 2014).
En el medio MDZ On Line, de Mendoza, Argentina, el crítico Alejandro Frías destaca (ver nota completa en: http://www.mdzol.com/nota/621860-hitos-y-mitos-en-la-obra-de-luis-benitez/): “La novelística de Luis Benítez es un texto que profundiza en parte de la obra de uno de los autores contemporáneos más complejos y con una propuesta que se mueve con igual fluidez tanto en la narrativa como en la poesía, uno de los autores que merecen, por mucho, nuestra atención”.



Assen Kokalov, PhD





  

domingo, 26 de julio de 2015

“Más máscaras. Lírica cáustica”, poemario de Marcelo G. Burello


Algo del desasosiego de Fernando Pessoa; un poco de los terribles paraísos de la poesía de Tennesse Williams, pero sobre todo, una voz muy personal y puesta de pie anima la escritura de Marcelo G. Burello, quien prefiere hablar de ella como “un ramillete de invectivas maliciosas, exabruptos vitriólicos…”. La definición del autor no es gratuita, puesto que en sus versos asistimos al despliegue de una voluntad empecinada en ver el mundo no sólo como una imagen global, generalizada, sino atenta fundamentalmente a revisar –y revisitar- esos rincones olvidados, que tantas veces deseamos olvidar, allí donde la subjetividad se confronta con la paradoja tremenda de poseer una sensibilidad obligada a transitar entre cosas que parecen ominosamente animadas y seres que semejan ser cosas inertes… asunto que, obviamente, no puede ser más siniestro.
La poesía de Burello pone de relieve esa sospecha que ocasionalmente nos asiste a todos: que este mundo no fue hecho a la medida de nosotros sino que nosotros venimos a parar a él como entes ajenos, singularidades de otro orden, individuos de una especie que no tiene mucho que ver con el conjunto. Burello intuye que este divorcio ontológico entre el mundo y el hombre –el hombre sensible, claro está- es una historia sin fin e irremediable, y de allí surge ese espíritu existencialista que atraviesa su poética. Verso amargo, voz filosa; la poesía de Marcelo Burello no es amiga de hacerle favores a la materia de la que trata y elige una cadencia engañosamente cercana a la prosa, resaltando así mejor sus márgenes, los angostos pasadizos, lo limitado de su registro de aquello que nos hace humanos. El sujeto narrante –porque la poesía de Burello cuenta, exhibe, acusa- es alguien cercado por los seres y las cosas que definimos antes, alguien atrapado y que nos va describiendo cómo son los límites de su prisión, que es todo el mundo, todas las circunstancias, todos los sentidos.
Una de las muchas claves que contiene este libro es la referencia del título a las máscaras, cuando son precisamente tan necesarias para andar por el mundo, tanto el que edificamos nosotros como el que ya estaba allí y que mixturamos con el nuestro. Como la voz del célebre poema de Dylan Thomas, “O make me a mask”, podríamos decir: Oh, hazme una máscara y una pared que detenga a tus espías / (…) para usarla de escudo contra el esplendor de la  inteligencia, / y sembrar el desconcierto entre los jueces; /” o, en palabras de Burello, no menos ajustadas: “El compendio de la miseria humana, / con versos bien escandidos y un léxico preciosista, / te lo debo para otra ocasión, lector. / (…) Es la invención, no el recuerdo; / es la ficción, no el registro, / (…) No busqués acá mis sentimientos / (tampoco sabrías encontrarlos) /. Palabras fuertes, las que debemos seguir escuchando: atentos a ellas, a pesar del bullicio del mundo.
Marcelo Gabriel Burello nació en Haedo (Pcia. de Buenos Aires), en 1969. Es Doctor en Letras por la UBA y Realizador Cinematográfico por el INCAA. Fuera de su labor como ensayista, traductor, poeta y guionista, se desempeña profesionalmente como investigador y docente de grado y posgrado en las Facultades de Filosofía y Letras y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, lo que lo ha llevado también a dictar cursos y conferencias en Alemania, Brasil y España. En el ámbito editorial nacional, dirige las colecciones "Arte & Estética" (Prometeo) y "Epistolarios" (Miño y Dávila), y ha traducido y editado a autores tales como Friedrich Schiller, Charles Baudelaire y H. P. Lovecraft. Entre sus libros dedicados al estudio del mundo artístico figuran Panorama de la literatura alemana contemporánea (2009), Autonomía del arte y autonomía estética. Una genealogía (2012) y Gilgamesh, o del origen del arte (2013). Su primer volumen lírico como autor, Liturgia privada, apareció en 2014.

Luis Benítez


ASÍ ESCRIBE MARCELO G. BURELLO


Al abandonar un hotel

Aquí sólo estuve de paso, no tuve tiempo de considerar
si acaso fui feliz o desdichado: lo mismo daba.
Aquí, pese a haberme identificado al ingresar, no fui nadie.
Aquí experimenté la sosegada humillación de ser un número,
una abstracción que conocen prisioneros y enclaustrados.
Aquí usé lo que todos usaron: no pude elegir nada.
Aquí no fui llamado, buscado, reconocido. Mi existencia
se circunscribió a una estrecha habitación y un desayuno
que vanamente se esforzó por compensar calidad con cantidad.
Aquí el baño me resultó una plaza hostil, no un remanso.
De aquí me llevo apenas mi equipaje y un souvenir involuntario.
La vida es un tránsito necesario y ahora, al mirar atrás,
veo este edificio estereotipado y comprendo, algo perplejo,
que cuanto espacio abandono se desploma en el acto:
el aquí se traslada conmigo como un campo de fuerza
que irradia desde mí o que me encierra,
como un súper héroe o un insecto.

Dejo la llave en la conserjería.

Ciudad de Mendoza


domingo, 19 de julio de 2015

“Una Buenos Aires de exportación”- Reseña de Buenos Aires Noir de Gwendolyn Díaz Ridgeway por Paula Varsavsky*


           La colección de cuentos Buenos Aires Noir  consta de catorce amenos y atrapantes relatos cortos situados en distintos barrios porteños. Escritos por la doctora en Letras Gwendolyn Díaz Ridgeway, autora de la colección de entrevistas a escritoras argentinas titulada Mujer y poder en la literatura argentina y de varios volúmenes de crítica literaria, se trata de su primera obra de ficción. Díaz se desempeña como directora de la Maestría en Literatura y Lengua Inglesa de St.Mary´s University en Estados Unidos.
Los relatos, a la manera de estampas o postales de Buenos Aires, narrados por personajes femeninos, nos llevan a lo largo y a lo ancho de recorridos urbanos. Se encuentran poblados tanto por costumbres porteñas que asombran a una extranjera que conoció íntimamente la ciudad de chica como por momentos claves  en las vidas de quienes los protagonizan y de la ciudad misma. “Los cartoneros revolvían la basura en cada esquina, hombres, mujeres y niños escarbando como ratas entre las pilas de desperdicios, mientras adentro en los restaurantes había gente que engullía bandejas de carnes a punto y vinos finos”.
Así es como se alternan el extrañamiento y el reconocimiento, la falta y el desdén por aquello que, en definitiva, resulta imprescindible. Los detalles de una sociedad que es casi el reverso a la que habitan ciertas protagonistas, se encuentran en el trasfondo de varios de los cuentos. “Por más gris y triste que encontrara Buenos Aires, llevaba esa ciudad arraigada en el alma, cuando le faltaba, faltaba también esa parte de ella que quedaba siempre allí, dejándola incompleta”, confiesa Lina en “Barrio Norte, Orbis Tertius”.
En “Curvatura” el recorrido, en tono humorístico,  es en un taxi que lleva a una mujer que acaba de llegar de Estados Unidos, del aeropuerto hasta el centro de la ciudad. La confesión del taxista a la pasajera acerca de su extraño problema de salud que le afecta su sexualidad, nos introduce a una serie de historias de seducción más o menos felices, plagadas de encuentros y desencuentros, donde aparece hasta un Premio Nobel en literatura.  El libro no es ajeno a la violencia de género, en “Dos monjas”, son ellas mismas quienes denuncian a un golpeador que ha dejado desmayada a su mujer, a quien intenta ayudar su hija de dos años.
El cuento “Los almohadones de Don Pastore” da un giro hacia otra temática: los valores morales de cierta clase media o media baja, hijos de inmigrantes, que alguna vez existió en la Argentina y fue de una honestidad inigualable. Encontraba mayor satisfacción en la realización de un trabajo de calidad que en el rédito económico obtenido.“Estas formas de actuar eran tan distintas de cómo se hacían las cosas en el norte, pensó Samantha. Allí todos medían el éxito por el bottom-line, es decir la suma final, el monto de las ganancias después de descontar los gastos”.
Los tres últimos cuentos de la colección tratan sobre al ambiente del tango en la actualidad. Las milongas, pobladas por igual de argentinos que redescubrieron el dos por cuatro en la madurez, luego de haberlo rechazado durante la adolescencia y de extranjeros que lo experimentan por primera vez, resultan un hervidero de enlaces entre seres humanos. Pasamos por “Veinte años no es nada” en el que el deseo por la carne joven, lleva a un hombre al borde de cumplir cincuenta años a adentrarse en el mundo del tango. Encabezado por un bello epígrafe de Jorge Luis Borges que hace referencia al tango, el cierre de esta colección, el cuento “El hombre de la cara manchada”, nos lleva a reflexionar sobre las paradojas del tango: música y baile que todo lo transforman.

* Paula Varsavsky es autora de las novelas Nadie alzaba la voz y El resto de su vida. Es colaboradora de los diarios La Gaceta, Perfil, El Mercurio y El País (Montevideo).




                               

The Lovesliest Vein of our Lives, poemas del autor escocés Neil Leadbeater


El poeta y narrador Neil Leadbeater nació en 1951, en Wolverhampton, Inglaterra. Se graduó en Repton School, Derbyshire, University of London (1973). Su obra poética se completa, hasta la actualidad, con los siguientes volúmenes: Hoarding Conkers at Hailes Abbey (Littoral Press, 2010); Amazing World (Atlantean Publishing, 2010); Librettos for the Black Madonna (White Adder Press, 2011); The Worcester Fragments (Original Plus Press, 2013) y The Fragility of Months (Editura PIM, 2015). Sus obras forman parte de las siguientes antologías: The Review of Contemporary Poetry (Ed. Gary Bills) (Bluechrome Publishing, 2005); 101 Poets For a Cornish Assembly (Ed. Les Merton) (Boho Press, 2006) y The Real Survivors Anthology (Ed. Barry Tebb) (Sixties Press, 2006). Poemas y cuentos de su autoría han sido publicados en numerosas revistas de Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos, Canadá, Chipre, Grecia, Rumania y Argentina.
Su poemario The Lovesliest Vein of our Lives fue publicado en 2014 por Poetry Space Ltd, de Bristol, Reino Unido, y exhibe -como en sus anteriores entregas- la reconocida maestría del autor para aludir sutilmente sentidos que van más allá de lo primeramente expresado en sus versos; es Leadbeater el poeta de la delicada sugerencia, quien brinda atisbos muy medidos de la médula de cada poema, que termina invariablemente siendo un descubrimiento. La fina sensibilidad del poeta escocés lleva de la mano a sus lectores a través de mundos donde la nostalgia se combina con la presencia ineludible del presente, estableciendo contrapuntos de significados que concentran su puntería en el resultado final. Así, Leadbeater evita magistralmente tanto la enunciación directa como el exceso de oscuridad, dos defectos tan peligrosos en la factura poética, ya que la primera arruina y empobrece la lectura tanto como el segundo. En vez de ello, el poeta prefiere conducirnos con fino tacto al sentido principal de su universo.
Como acertadamente señala el poeta escocés David Mark Williams, en la contracubierta de The Lovesliest Vein of our Lives: “Estos poemas y poemas en prosa tienen la propulsión de una road movie: plena de encanto, impulsiva y vívida. Aparentemente escritos como frutos de la casualidad, en verdad se encuentran muy bien elaborados. Neil Leadbeater sabe lo que está en su punto. Su voz es fresca y abierta, resonante y memorable”.

Luis Benítez


ASI ESCRIBE NEIL LEADBEATER:

Cómo elegir una sandía

Obsérvalo de nuevo en el ojo de tu mente. Hazte a ti mismo preguntas
acerca de su simetría. ¿Posee cada parte la misma proporción?
¿Está la carne libre de cortaduras o abolladuras?
¿Carece de imperfecciones la cáscara?
¿Parece cercana cada porción a la perfección física?
Levántala hasta las estrellas. ¿Es pesada para su tamaño?
¿Es la mayor parte de su peso satisfactorio
cuando se la sostiene en la mano?
Dale vueltas en tu cabeza. ¿Es cremosa amarillenta, por todos
esos días en los que disfrutaba del sol del desierto?
Los poemas son un poco como esto. Hay que mirarlos desde
todos los ángulos, pesarlos hasta que sean la palabra perfecta
y suenen exactos, más que la suma de sus partes.


(Traducción de L.B.)



martes, 12 de mayo de 2015

“El ojo de Celan”: otro aporte poético de la argentina Susana Szwarc - Por Luis Benítez


La prestigiosa editorial Alción, de Córdoba, Argentina (alcion@infovia.com.ar /
www.alcioneditora.com.ar), publicó El ojo de Celan (ISBN 978-987-646-487-1),  un nuevo poemario de la reconocida poeta y narradora Susana Szwarc, una de las voces más relevantes del género en su país. Gestora de una obra que ha trascendido las fronteras nacionales y ya cuenta con traducciones y ediciones fuera de él, Szwarc nació en Quitilipi, provincia del Chaco, Argentina, en 1954, mas reside en Buenos Aires. Ha publicado la novela Trenzas (Legasa, Bs. As., 1991), El artista del sueño y otros cuentos (Tres Tiempos, Bs. As., 1981), El azar cruje (Catálogos, Bs. As., 2006), Una felicidad liviana (Ediciones Ross, Rosario, 2007); mientras que en poesía precedieron a su flamante El ojo de Celan los poemarios En lo separado (Último Reino, Bs. As., 1988), Bailen las estepas (De la Flor, Bs. As.,1999), Bárbara dice (Alción, Córdoba, 2004) y Aves de paso (Ed. Cilc, Bs. As., 2009). Cuentos y poemas de su autoría se tradujeron al alemán, inglés, catalán, chino-mandarín, rumano, polaco, portugués y francés. En 2013 se editó Bárbara dice / Barbara dit, traducido por Cristina Madero (Abra Pampa Editions, París, Francia).  Entre otros reconocimientos, su obra ha merecido el Primer Premio Nacional Iniciación de Poesía (1987), el Premio Unesco (Buenos Aires, 1984), el Premio Antorchas a la Creación Artística (Buenos Aires, 1990), el Premio Único de Poesía de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (1998) y el Premio de Honor en la categoría Libro para Niños, otorgado por la Municipalidad de Tucumán (1996). Fue becaria del Fondo Nacional de las Artes  (1995) y recibió el Subsidio Fondo Creadores del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires por su proyecto de escritura de libro de cuentos (2005).
El estilo poético de Susana Szwarc, que se ha refinado hasta alcanzar una madurez expresiva que la destaca en el conjunto de la producción local, se caracteriza por el experimentado empleo de la plasticidad propia del castellano hasta alcanzar una originalidad distintiva que, muy acertadamente, la autora utiliza para llegar tanto a la sensibilidad como al intelecto de sus ya numerosos lectores nacionales e internacionales. Es típico de la poeta el recurso de la interrogación para desatar polisemias y brindarle al lector el espacio de coautor/reelaborador de sus obras, en función de tópicas donde la fragilidad de las relaciones humanas y el conflicto interno y externo se hallan a la orden del día. En el caso concreto de El ojo de Celan, el poemario que nos ocupa, Szwarc adensa su preocupación constante por aquello que, engañosamente simple, ella revela como parte fundamental de la compleja trama de lo vital, con una asombrosa capacidad para conectarlo con las vivencias más cotidianas. Su poesía parece redirigirnos continuamente a la concepción bíblica, paulina, de que “continuamente vivimos inmersos en el milagro”, sin que la epifanía que intentan –y logran la mayoría de las veces- revelar sus versos escatime la visión de los ribetes pesadillescos que también forman parte de lo real. En definitiva, El ojo de Celan es un nuevo logro de la talentosa autora argentina y una obra imprescindible en el anaquel del buen lector de poesía latinoamericana contemporánea. Absolutamente recomendable.


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ASI ESCRIBE SUSANA SZWARC:

Quemadura

Me ahuequé  (de golpe),
de golpe tapé la cara
con solución fisiológica.

¿Me volvería pirómana
y el vestido de la tradición
incendiado?

¿Te acordás cuando las tijeras    
se hicieron escuchar
en el camposanto?

Desde ahí no pararon:
a cada rato un  cizallamiento.
Sh, queríamos silenciarlas.

(Vos querrías. Yo no.)

Claro que te quería.
¿No me querías ver?

Me destapé primero un ojo,
después la mano
y el guante se fue al fondo
de una fosa común.

Esperábamos viendo (-viento)

Quien niega ahora, ¿afirma después?

Quien niega,
¿qué afirma?
¿Quién no va a la ventana?

Las huellas de tus pies
¿volvieran?, ¿todavía?
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