lunes, 25 de julio de 2011

MUNDOS ABSURDOS - PABLO MONTEAGUDO


Si hubiera que definir en cuatro palabras a Pablo Monteagudo como artista, creo que las más adecuadas serían “Fundamentalista de la pintura”. Me resulta sencillo imaginarlo arrojando rabiosamente una bomba molotov sobre alguna reproducción genérica del mingitorio de Duchamp. O quizás sobre alguna de las infinitas “reversiones” encubiertas que incansablemente se han visto del mismo en estos 96 años, despojadas del sorprendente acto de renovación y osadía que la obra original del francés sí tuvo en su momento.
Dejemos las bromas y el sarcasmo a un lado. Pablo es una persona tranquila. Pero además, es un artista con una profunda y genuina fascinación por la labor técnica del arte, entendiendo a esta no como una negación de lo conceptual (¿acaso puede cualquier acto humano no tener un concepto?), sino como el punto de partida desde el cual la creación se organiza como un todo. Forma y contenido en una entidad indivisible.
Grafito, intensos colores de acrílico, grises pedazos de papel de diario, transferencias, hojas de libros, dibujos arrancados de un cuaderno con espiral. Todo se aúna sobre la blanca superficie de la tela en un no-equilibrio decididamente pictórico. Pero innegablemente contemporáneo: la admiración por la destreza de los viejos Maestros no le impide al autor generar una obra propia de su tiempo. Monteagudo no confunde la apropiación del atemporal conocimiento técnico con la anacrónica utilización de temáticas y estéticas de 500 años atrás.
Sus personajes parecen ignorar que son observados por el espectador.


Siguen ensimismados en sus propios Mundos Absurdos. Felices del cómplice secreteo de una niña. Tal vez distendidos y relajados, esperando el comienzo de una película que pareciera sólo puede suceder en su imaginación. O sorprendidos por el inverosímil comentario político de algún medio gráfico que ya es parte irremediable de su propio ser. Pero siempre ajenos a esa mirada que los contempla…
…o será acaso que sí saben que los observamos? ¿Será que nos examinan tanto como nosotros a ellos? Nos analizan? ¿Nos increpan? ¿Acaso no es eso lo que el arte debe hacer?

Esteban Rivero

Página: www.pablomonteagudo.com.ar
Blog: www.pablomonteagudo.blogspot.com

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