viernes, 8 de enero de 2010

Mujer de Morningside

Por Almilcar Barca


Lleva el peso de una noche
junto al reflejo azulado de la noche.

Recoge de unos pasos la inquietud
y medita a ciegas su razón.

Con las sombras del día recogidas
sobre el lecho de un río dormido
atraviesa un puente levadizo
con el vuelo de su falda entre los dedos.

Junto a esta historia abatida

de humedad y podredumbre,

una ciudad despierta en domingo

con la bruma merecida del verano.

En la habitación de una casa común

una toalla se entristece al usarse

mientras un hombre revienta en su celo

desayunando el mar y la niebla

que una mujer ha dejado solitaria

bajo el agua hirviendo de la ducha



No hay comentarios:

Publicar un comentario