Con notable repercusión en los medios y entre
los lectores, hace poco apareció la revista argentina PALP, Revista de Géneros
(ver: revistapalp.wordpress.com), que viene a llenar un hueco antes evidente en
la oferta editorial. Su nombre es un juego fonético con la pronunciación de la
palabra inglesa pulp, que designa popularmente a publicaciones
características de la primera mitad del siglo pasado, de encuadernación rústica
y consumo masivo, especializadas en narraciones fantásticas, de ciencia
ficción, policiales, terroríficas, etc. El término popular pulp fiction hace
referencia al tipo de papel empleado para imprimir este tipo de revistas
económicas, fabricado con desechos de pulpa de madera, amarillento y barato. La
PALP argentina es en sí misma un homenaje a esas revistas donde hicieron -en
muchos casos- sus primeras armas y consolidaron su prestigio masivo autores de
la talla de Jack London, Agatha Christie y Arthur Conan Doyle, Herbert George Wells, Dashiell Hammett,
Samuel Langhorne Clemens (cuyo famoso seudónimo fue Mark Twain), Howard
Phillips Lovecraft, Isaac Asimov, Robert E. Howard (el autor de Conan el
Bárbaro), Raymond Chandler, Edgar
Rice Burroughs (creador de Tarzán), además de Charles Bukowski,
Tennessee Williams y Ray Bradbury, entre otros. Conservando el espíritu de sus
célebres antecesoras, como Weird Tales, Amazing Stories, Black Mask, Horror Stories o The
Shadow, sin embargo PALP opta por una presentación gráfica mucho más
cuidada que la de sus ancestros: es una revista-libro de 160 páginas con buen
papel de interior y cubierta a todo color, con encuadernación cosida, a lo que
se suma el alto nivel de sus ilustraciones, firmadas en cubierta e interior por
Nicolás Brondo, artista plástico de amplia y reconocida trayectoria que también
aporta su talento a publicaciones como la italiana Bone Machine y la
novela gráfica Reality Crash. Anunciada como de aparición semestral, su
editor responsable es el poeta y guionista Diego Cortés, quien también integra
el Consejo Editor junto con otros reconocidos escritores locales: Sebastián
Pons, Martín Cristal y Guillermo Bawden.
PALP, Revista de Géneros, es editada en
Córdoba, Argentina, por Ediciones Llanto de Mudo (Colón 355, local 61, Galería
Cinerama, Córdoba, Argentina; E-mail: llantodemudo@hotmail.com;
WebSite: www.llantodemudo.com.ar) y según se
desprende del inteligente editorial firmado por el narrador Sebastián Pons,
intenta rescatar para el lector aquellos trabajos pertenecientes a lo que
antiguamente se denominaba “los hermanos menores” de la literatura, desde el
relato de terror o el policial hasta el cuento de ciencia-ficción o el
fantástico, entre otras especialidades, hoy felizmente revalorizadas inclusive
por la misma crítica académica, antes reticente a acordarles valores que
genuinamente poseen esto subgéneros, si se prefiere denominarlos así.
La exigencia de PALP, desde su número
inaugural, es evidentemente la calidad y de ello dan testimonio impreso los
trabajos seleccionados por el Consejo Editor para su primera entrega.
Encontramos en primer lugar dos excelentes cuentos fantásticos del narrador,
poeta, traductor, editor y periodista argentino -hoy residente en Uruguay- Elvio E. Gandolfo, seguidos por Tsunami a
la una-cero-seis, del destacado
escritor cordobés Martín Cristal, un relato inédito más que inquietante,
dotado de un ritmo atrapante y que desemboca en un final sorprendente, al
estilo de esas películas que no permiten abandonar la silla hasta que terminan:
la llegada del fin del mundo anticipada oníricamente a los habitantes de la
Tierra es, nada más y nada menos, el tema referido. El periodista, escritor, guionista
y editor de historietas mexicano Rodolfo Santullo aporta su narración Los
predicadores, cuya interesante variante presenta lo que parece ser desde un
comienzo un cuento policial y de los buenos, pero que luego resuelve el
obligado enigma que contiene por medio de la participación de lo sobrenatural;
con gran pericia, Santullo maneja ambas riendas para hacerlas confluir en un
“género mixto” de muy lograda factura.
Por su parte, el talentoso narrador y
periodista montevideano Ramiro Sanchis -de ya largo historial bibliográfico,
pese a su juventud: tiene 36 años y ya superó la decena de libros publicados-
aporta su cuento Aquella música, que también participa de la fusión de
géneros, brindando su magistral manejo de la ciencia ficción y los recursos terroríficos,
demostrando una vez más cómo el lector puede ser prácticamente “obligado” a
leer hasta el final; Sanchis sabe, evidentemente, “abducir” a quien se atreve a
posar la mirada sobre uno de sus relatos. El entrerriano Cezary Novek,
comunicador social, docente e ilustrador, se muestra como el consumado narrador
que también es con su pieza antes inédita -breve pero contundente- titulada El
pozo: fanáticos lovecraftianos, atención con este autor que se las trae,
como el gran Robert Bloch en sus comienzos. Diego Cortés -ver en párrafos
anteriores su amplia actividad cultural- nos regala El crítico,
narración cargada de una angustia y un extrañamiento que hay que agradecer,
ambientada en la ciudad de Córdoba con reverberaciones universales y
construyendo un verosímil que vuelve a todo el cuento todavía más inquietante.
La pericia descriptiva y la capacidad de su autor crean una atmósfera
francamente ominosa, con un estilo parejo y depurado, sin golpes bajos ni
chisporroteos innecesarios, Cortés sabe ir a fondo con el lector.
La canción que cantábamos todos los días se la debemos al cordobés Luciano Lamberti, licenciado en Letras y
escritor ya varias veces antologado en Argentina y en el exterior: se trata de
un terrorífico recorrido por una pesadilla que consagra a Lamberti como uno de
los mejores narradores de horror de su país. Cierra esta excelente entrega de
PALP Estocolmo, un brillante relato policial del celebrado novelista
argentino Leonardo Oyola, un renovador nato de la historia de pistola y bajos fondos,
en este caso con un condimento de humor y erotismo sabiamente dosificados.
En resumen: un debut más que prometedor, que
cumple con difundir las obras de algunos de los mejores autores actuales en la
diversidad de los subgéneros abordados, demostrando que no existen géneros
menores cuando el talento guía la mano y un grupo de emprendedores editores se
proponen aunar esfuerzos para difundir esos logros. Es de desear que a partir
de este número inicial PALP se transforme en una cita obligada con el cuento
policial y fantástico, con la ciencia ficción y el terror, cada seis meses y,
si es ello posible, en plazos más breves todavía. Ya se encuentra en
preparación el número 2 -invierno de 2014, mayo/junio- de esta interesante
publicación argentina, que puede recibirse por correo comunicándose a través de
la dirección electrónica revistapalp@gmail.com
Otra faceta llamativa del proyecto de la
revista Palp es “Palp Series”: desde marzo de 2014, en la página web de la
revista (revistapalp.wordpress.com) se publican semana a semana cuatro novelas
de género por entregas, con acceso libre para los lectores interesados. Esto
es, un “capítulo estreno” por cada día de la semana. Los títulos son: Musa,
de Diego Cortés; Marea de bronce, cuyo autor es Guillermo Bawden; de la
autoría de Alejandro Drallny, Bandera roja, y Perpetua en Eribea,
por Ari Epstein.
Es muy posible que, de continuar el empeño de
sus editores y la exigencia de nivel de que da muestra este número inicial, PALP
se transforme en una revista de culto y mañana debamos recordar que, en el
pasado, leímos en ella por primera vez los trabajos de autores que poseen un
brillo propio y bien ganado, dentro y fuera de sus países de origen.