viernes, 23 de enero de 2015

Nuevos versos y canciones, de Arthur Rimbaud


Nuevos versos y canciones, de Arthur Rimbaud; una serie de poemas del autor --escritos hacia 1872-- traducidos por el ensayista argentino Juan Arabia. 
Se trata de un trabajo, que incluyó la visita misma a Charleville (en octubre de 2014), lugar donde nació y vivió su adolescencia el autor.
Queremos compartir con nuestros lectores al menos dos poemas del libro, no sólo para divulgar su trabajo, sino esta reciente traducción, por cierto, adaptada al tiempo que nos constituye. 



Arthur RIMBAUD, Nuevos Versos y Canciones.
Traducción, Notas y Prólogo de Juan Arabia
– Editorial Buenos Aires Poetry, 2015.
Diseño Editorial: Doppelgänger.
110 páginas



Lágrima

Lejos de pájaros, rebaños y campesinos,
Yo bebía, acurrucado en un brezal,
Rodeado de suaves bosques de avellana,
Entre la verde y tibia niebla de la tarde.

¿Qué podía yo beber en este joven Oise[1],
Olmos sin voz, hierba sin flores, cielo nublado?
¿Qué sacaba de la cantimplora de colocasia[2]?
Cierto licor de oro, ardiente y que hace sudar.

Así, yo hubiera sido un pésimo cartel para una posada.
Después la tormenta cambió el cielo, hasta el anochecer.
Eran países negros, lagos, percas,
Columnas bajo la noche azul, estaciones.

El agua de los bosques se perdía en arenas vírgenes.
El viento, del cielo, lanzaba estalactitas sobre los charcos…
¡Y, como un pescador de oro[3] o de caparazones,
Decir que no tuve ganas de beber!

                                                           Mayo de 1872.

__________________________

[1] El Oise es un río franco-belga.
[2] La colocasia es una planta de la familia de las Aráceas, originaria de la India y de las regiones tropicales de Asia, con las hojas grandes, de forma aovada y ondeadas por su margen, y la flor de color de rosa. Pierre Brunel señala que su elección no sólo responde a una necesidad sonora [Oise / Colocase], sino que además tiene su origen en la obra Quatrieme Églogue, de Virgilio (en Arthur RIMBAUD, etc. Etc.).
[3] Enid Starkie, citando la versión dada por Rimbaud en Une Saison en Enfer (Pleaurant, je voyais de l´or –et ne pus boire.- [Llorando, veía oro –y no pude beber.]), ve en el autor la posibilidad de beber el aurum potabile, el oro del filósofo, el oro líquido que da la vida eterna. Pero el autor no siente ni deseo ni sed (en Enid STARKIE, Arthur Rimbaud. Una biografía. Traducción del inglés de José Luis López Muñoz, Ediciones Siruela, Madrid, 2007, p. 264).

*********************************************************************************

El Río de Cassis

El Río de Cassis fluye ignorado
Por extraños valles:
Voces  de cien cuervos lo acompañan, voces
De buenos y verdaderos ángeles:
Junto a los grandes movimientos de las sapinaies[1]
Cuando sobre ellas los vientos se levantan.

Todo fluye con abominables misterios
De guerras de tiempos antiguos;
Torres conocidas, importantes parques:
En estas orillas se escuchan
Las pasiones muertas de los caballeros andantes:
¡Pero qué saludable es el viento!

Que el caminante mire por esas claraboyas:
Será más valiente.
¡Soldados de los bosques que el Señor envía,
Amables y queridos cuervos!                           
Echen de acá al campesino avaro
Que brinda con un trozo de hueso viejo.

                                                              Mayo de 1872.






[1] Invención estética de Rimbaud, derivada de Sapinière [Sapine / Sapinaye]: género de árboles de la familia de las pináceas



No hay comentarios:

Publicar un comentario