martes, 7 de abril de 2009

Florida Children and Families Department

Por Judith Ghashghaie

Raining day, con martini en mano podría leer “La lírica del crápula”; ver programa de Jaime Bayle; ser voluntaria en el Mount Sana-Ay o hacerse la Mangüela. Pero no, ella se siente deprimida.

Chico de once años, vestido como enano, en vez de fumar porro o ingeniárselas como los otros para ver alcachofas a las de la escuela, toca insistentemente timbre. Mujer con dificultad baja de silla; camina con desgano, abre puerta. Niño, da papel doblado; ella lee, llora, sonríe. Ambos se abrazan, se van a la calle tomados de las manos.

Pareja con semejante tiempo puede agarra pulmonía; ser victimas de sádicos y asesinos. Toca a mi puerta para traer esa expresión de idiotas felices y el mismo folletito.

Voy a llamar a Florida Children and Families Department para denunciar al progenitor de quien interrumpió el segundo suicidio en el vecindario.

3 comentarios:

  1. Judith, tu inmaginacion no cesa de sorprenderme, esta buenisimo.

    Carinos,
    Adita

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  2. No me gustaría que después de un martini y de leer la Lirica del crápula...alguien se suicidara

    Un beso

    Eduard

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  3. El cuento sugiere todo lo contrario: el martini y La Lírica del Crápula prevendrían el suicidio.

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