sábado, 4 de abril de 2009

El mundo anti-circular (historia en progreso para próximo taller)

Imaginemos un mundo sin la repetición, sin antes y después, un mundo donde el círculo no se conoce y por tanto, no se puede concebir el tiempo circular, ni las estaciones… ni la vida y la muerte. De este mundo en eterno presente nos llegan estos personajes. Acumulación de infancia, sin ser comienzo sino constancia lineal. Asombro en ojos de autenticidad casi malsana. Cabezas que son buzos aniñados; seres metamorfoseados con pelos larguísimos, que a la vez son redes y llevan peces atrapados aún; cuerpos desmembrados —nunca formados completamente o genéticamente alterados como las réplicas de Blade Runner.

Infancia abortada en una sofocante adultez y su interminable circo. No se regresa en la vida del hijo porque no hay retorno, ni es posible la reproducción. Estas criaturas que parecen salidas de un cómic fantástico, nos cuentan su mundo desde un orfanato —sus historias infantiles prostituidas, su inocencia vendida al mejor postor. Al final, como en el Oscuro pájaro de la noche, el encierro da vida a un mundo deformante. Para no sentir el peso de la infancia deshecha, dejamos la asfixia para otro día, otro sol.

LidiaElena©

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